Editorial

El o…cultismo racista en acción

En el marco de la detención de tres universitarios vinculados al racista Comité Interinstitucional portando mochilas cargadas con dinamita; del corte de la señal televisiva estatal cuando transmitía escenas de la barbarie racista contra originarios del campo llevada a cabo por representantes de la puridad blancoide sucrense en marzo pasado; del arribo a la zona rural del departamento de 1500 provocadores de la Unión Juvenil Cruceñista; de un nuevo atisbo de apaleamiento de originarios campesinos en la ciudad de Sucre y de la violación al código de propaganda electoral, se lleva a cabo en estos momentos la elección del prefecto de Chuquisaca, quien reemplazará al anterior, David Sánchez, del MAS, amenazado en su momento por el derechista Comité Interinstitucional , lo que provocó su asilo en otro país.
El cultismo de la antigua Charcas, como le llaman con ironía varios analistas bolivianos, oculta la verdadera esencia de su elite dominante: racismo, prepotencia, clasismo y cipayismo para con los clanes cruceños de la misma estofa y el imperialismo yanqui. Su odio a los “cara de llama” collas de occidente los emparenta con la pulcra oligarquía terrateniente y sus acólitos de clase media argentinos, en su desprecio a los antiguos y nuevos “cabecitas negras”. Así, la explotación clasista, económica, por parte de los capitalistas hacia los trabajadores urbanos y rurales de aquí y allá, se tiñe de un racismo problancoide que arrastra tras sus oscuros intereses a las pequeñas burguesías ávidas de parecerse, aunque sea en los rasgos, a los patrones y poderosos, que las utilizan como fuerza de choque y manada afín a sus trapisondas económicas y políticas .El ocultismo es la subyacencia del cultismo. Detrás de éste se esconde el resentimiento de aquellos que deberían asociarse con sus hermanos del campo y la ciudad, y en vez de eso los apalean y los denigran. Las conspiraciones de clanes y logias de poderosos capitalistas, asociados al imperialismo, cuentan entonces con la ayuda de tontos de capirote que, envalentonados contra los “débiles”, pretenden hacer valer sus pigmentaciones dermatológicas a la hora de ejercer su brutalidad ilustrada. Sin embargo, el Referéndum Revocatorio del 10 de agosto dirá su verdad transparente sobre un pueblo que no será más engañado, y dejará ver la limpieza de la verdad frente al ocultismo de la mentira y la manipulación.
Así se disfrace de cultismo o de cualquier otra cosa.