lunes, 29 de octubre de 2007

Nuestros Chayannes de la media luna y los de la capitalía plena

Por María Martha González
La Paz, Bolivia, Octubre 25, 2007

Ayer 24 no pude leer el periódico por múltiples razones y recién hoy miré La Prensa de ayer y ¡oh, sorpresa!, descubrí las “necesidades” que exigía por un concierto el “famoso” Chayanne. Pensé y sigo pensando, que no había por qué gastar tanto y menos aún, cobrar tanto, para un artista como él, habiendo mucho mejores que valen la pena oír y aprovechar para cultivarnos más.

Pero las cosas están dadas y gastamos lo que no tenemos, o lo poco que tenemos, en mediocridades.

Estaba tan sorprendida con la noticia que me quedé pensando todo en el día en ella; terminé dándome cuenta de las cosas: los hechos y la gente son tan parecidos aquí en Bolivia, como en la Cochinchina.

Nuestros queridos compatriotas de la media luna y los chuquisaqueños, que en el pasado vivían tan graciosa y descansadamente a costa del trabajo de los kollas, de los mineros (tambien kollas), de los cultivos (de los kollas), del trabajo de los colonizadores, (kollas), de los indígenas de las etnias originarias y de la gente pobre nacida en esas zonas (no kollas, pero despectivamente llamados cambas), ahora que no hay gobiernos dictatoriales, bajo cuyas alas disfrutaron tan bien de la vida, ahora que tenemos un gobierno que quiere un cambio para que TODOS, así con mayúsculas, TODOS podamos vivir bien, se vuelven unos simples chayannes engreídos.

Cuando estaban en función de gobierno sin mayor reparo entregaron empresas estatales, mas bien las rifaron, no cobraron impuestos a las petroleras porque nuestros vecinos del norte se podrían enojar y ¡oh, horror!, quitarles sus tan preciadas visas. Se opusieron a las nuevas propuestas de recuperación de nuestros recursos naturales y así, podríamos poner ejemplos sin fin, pero sería muy aburrido contar, recontar y seguir recordando, todas esas necedades.

Ahora que los ingresos por el IDH, que a duras penas logramos conseguir, gracias a la nueva ley de hidrocarburos a la cual se opusieron con alma, vida y corazón, ahora los señoritos no pueden compartir esas ganancias con el resto del país; el petróleo es de Santa Cruz, Tarija, y hasta de Beni y Pando. La capital plena debe ser para Chuquisaca. Pero bueno, no para todos en Santa Cruz, Tarja, Beni, Pando, menos aún para Chuquisaca, sino simplemente para los que viven en las ciudades, aunque el petróleo no está precisamente en las ciudades ni en la puerta de sus casas, ni menos en su patio trasero.

¡Claro!, ahora, gritan, “bloquean”, marchan, pelean, pagan y pegan, amenazan a los pobladores, que toda su vida trabajaron para que ellos disfruten de las riquezas naturales y los beneficios que conseguían, para vivir a lo Chayanne, exigiendo un coordinador de producción, vale decir un gerente, un representante del hotel, otro gerente, un médico, un quiropráctico, un electricista, una ambulancia y 4 médicos mas “para cualquier emergencia” las 24 horas, siete tanques de oxígeno, 36 toallas blancas, 20 negras y cosas tan inimaginables que si no diera pena tanta mezquindad e injusticia, sería para reírse.

Nuestros medialuneros y compañía se dedican a joder desde media mañana, porque tampoco se levantan al alba digo, ya que nunca vieron salir el sol -a menos, claro, que regresaran de una farra-, hasta la hora de la siesta, haciendo una pequeña aparición de cinco a siete, para luego descansar de tan arduo trabajo.

Se dedican ahora a oponerse, por supuesto están en la oposición, al menos esa parte se preocupan de cumplir a rajatabla. OPONERSE, por oponerse a todo, y están en la oposición por su propia incompetencia.

No fueron ni son capaces de mejorar el país que tanto aman (¿?) Sino fuera una calamidad podríamos seguir riendo. Y claro, por una pequeña gaseada cuando ilegalmente retomaron el aeropuerto, arman un escándalo de proporciones, se gaseó a las “damas”, ¡que barbaridad! a las damas… Pero ¿dónde estaban cuando nos gaseaban, baleaban, desaparecían, apresaban a hombres y mujeres (claro como estábamos tratando de cambiar el país, no éramos consideradas “damas”, menos mal) pero, dijeron algo? Cuando mataban campesinos, ¿dónde estaban?

Lo que no entiendo, por mas que me esfuerzo, es por qué y para qué 26 toallas blancas y 20 negras (será que las blancas son para los blanquitos y las negras ¿para quién?). Aquí en el occidente o en el kollado tambien habemos altos, rubios, de ojos azules y hablamos además del inglés, castellano, quechua y aymara, no se olviden. O, por si no lo saben, las mujeres de Punata y las de los valles son rubias, de ojos verdes y hablan quechua, aymara y español.

No hay y nunca hubo una nación camba, (porque el término hasta ahora los usaron siempre despectivamente) como reclaman. ¿Cómo podemos trasladar la capital a Sucre?, ¿con qué plata?, ¿dónde la ponemos? ¿Se pusieron a pensar cuánto tiempo y cuánto dinero necesitaríamos para eso? Abran los ojos de una buena vez, seamos simplemente coherentes.

Por favor no odiemos tanto a nuestro Presidente, no lo insultemos. Ganamos con el 54 por ciento; eso nadie lo puede negar, ni discutir, ganamos democráticamente, seguimos siendo democráticos, no somos dictatoriales, no queremos imponer nada injusto para unos cuantos. El Presidente Morales nos dio prestigio mundial a los bolivianos, no es un macaco y menos aún autoritario.

Así que amiguitos, no se enojen, no pidan tantas chayannadas, y por una vez tengamos la fiesta en paz!!! Terminemos de reconstruir el país para todos, terminemos la Constituyente para todos, trabajemos juntos repartiendo los ingresos del IDH equitativamente. Seamos todos, siquiera por una sola vez, BOLIVIANOS. No seamos mediocres y sentémonos juntos, mejor, a oír cantar a Sabina y a Serrat.

lunes, 22 de octubre de 2007

Editorial

Buscando muertos

El respaldo del Comité Cívico de Santa Cruz, a cargo del prefecto Rubén Costas, y legisladores derechistas, a funcionarios corruptos de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares de la Navegación Aérea (AASANA) del aeropuerto cruceño de Viru Viru se constituyó en una nueva provocación al gobierno del compañero Evo Morales Ayma. La “marcha” hacia el aeropuerto, la agresión a personal uniformado, y la toma del mismo una vez replegadas las tropas militares y policiales que lo custodiaban- medida declarada por el gobierno para evitar muertes, capitalizables por los provocadores- se ha constituído en el signo de una reflotada escalada contra el pueblo y gobierno de Bolivia.
Los insultos al presidente Chávez, congruentes con la posición correveidilesca pro imperialismo yanqui de la burguesía cruceña- hace poco el gobierno boliviano declaró que no entraría al Palacio Quemado el embajador norteamericano Philip Goldberg, hasta no disculparse por haber faltado el respeto al presidente Evo y al pueblo boliviano- son consecuentes con la actitud golpista de estos señores de horca y cuchillo que, con tal de provocar y desestabilizar, esgrimen argumentos tan disímiles como la capitalidad plena o las autonomías departamentales.
Buscando muertos, víctimas o cualquier argumento que pueda llevar agua a su molino, la burguesía cruceña y sus acompañantes está empeñada en socavar las bases de la democracia boliviana y volver a imponer reflotados Banzers, Garcías Mezas, Gonis u otros exponentes de la fauna reaccionaria local.
No hay diálogo que los convenza. Ellos ven al diálogo como signo de debilidad y no de prudencia o madurez política, y ante cada propuesta gubernamental de dialogar montan nuevas provocaciones, visualizables en cantidad y calidad.
No se resisten, como buenos burgueses acostumbrados a vivir de la opresión y explotación ajena, a perder sus privilegios de clase y casta.
Hasta ahora buscan el enfrentamiento y no lo encuentran. ¿Hasta cuando y cuanto avanzarán en sus objetivos?

Racismo y Xenofobia

La Paz, 20 oct (ABI).- El Poder Ejecutivo calificó de xenófobo, este sábado las aseveraciones del prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, quien calificó al presidente de Venezuela Hugo Chávez de "macaco mayor" despojándolo de su cualidad humana.El ministro de la Presidencia , Juan Ramón Quintana, en conferencia de prensa realizada en Palacio Quemado, manifestó que es preocupante que una autoridad que dice respetar el derecho democrático exprese un "discurso rabioso, racista y xenófobo"."Calificar al presidente Chávez de "macaco mayor" de mono mayor creemos que no corresponde con una autoridad elegida democráticamente (?). Tenemos que inferir que es un discurso racista, autoritario, antidemocrático y que lleva una carga de odio y de rencor", afirmó Quintana.Tras el repliegue de los efectivos militares y policiales, este viernes, que mantenían intervenido desde la madrugada del jueves el aeropuerto de Viru Viru, el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, en medio de una concentración en la capital cruceña que retomó nuevamente el control de AASANA regional, arremetió contra el presidente venezolano Hugo Chávez, al que llamó "macaco mayor", "rata", "dictadorzuelo", "golpista", "sinvergüenza" y "cobarde"."Este sinvergüenza, este macaco mayor de Chávez, nunca va a ser autonomista, porque la autonomía reparte el poder económico y administrativo a los pueblos, a la gente", sentenció Costas."Sinvergüenzas -les dijo a las autoridades del Poder Ejecutivo-, aprendan a usar el Estado de Derecho. Y si hay pícaros (corruptos), háganles auditorías. No se defiende personas, se defiende principios, valores, pero dentro del Estado de Derecho y de la ley", agregó.El ministro aseveró que las expresiones del Prefecto "dan la impresión de que su mentalidad se ha mantenido congelada desde 500 años atrás" cuando en el inicio de la conquista y la colonización en América Latina los conquistadores le habían despojado a los indígenas de su condición humana."Esa mentalidad de hace 500 años que estaba jalonada por la espada, por la violencia por este despojo de la condición humana es la misma mentalidad que ayer el prefecto del departamento de Santa Cruz ha expresado de una manera desproporcionada incomprensible y antidemocrática", indicó.Según Quintana, decir que el mandatario Chávez es el "macaco mayor", indirectamente se estaría considerando al presidente Evo Morales como el "macaco menor" por la relación de dependencia que --según el prefecto Costas-- se tiene con el gobierno de Venezuela.Afirmó que con estas declaraciones el prefecto que se "pretende llamar democrático", que cada día lee la Constitución y "dice que defiende el orden institucional" y sin embrago es la primera persona que viola los derechos humanos despojando de su calidad humana a las personas, "se desploma absolutamente su talante (cualidad) moral".

Elecciones en Cuba


Reflexiones del Comandante en Jefe

Las Elecciones
Nuestras elecciones son la antítesis de las que tienen lugar en Estados Unidos, no un domingo, sino el primer martes de noviembre. Allí lo primero es ser muy rico, o contar con el apoyo de mucho dinero. Después, invertir sumas enormes en publicidad, que es experta en lavado de cerebros y reflejos condicionados. Aunque hay honrosas excepciones, nadie puede aspirar a ningún cargo importante si no dispone de millones de dólares.
Para ser electo Presidente, se necesitan cientos de millones, que salen de las arcas de los grandes monopolios. Puede triunfar el candidato con una minoría de los votos nacionales.
A las urnas acuden cada vez menos ciudadanos, ya que muchos prefieren laborar o dedicar el tiempo a otra cosa. Hay fraudes, trucos, discriminación étnica y hasta violencia.
El hecho de que vote más del 90% de los ciudadanos y los escolares custodien las urnas es algo inusitado, no puede ser creído si se trata de un "oscuro rincón del mundo", agredido y bloqueado, que se llama Cuba. Así ejercitamos los músculos vigorosos de nuestra conciencia.
Fidel Castro Ruz
19 de octubre de 2007
Hora: 6:12 p.m.

Curso de Historia
Buenos Aires, 20 de octubre ( Boliv_ar)- La Asamblea Popular y Originaria “Carlos Coro Mayta” organiza para el 3,10, 17 y 24 de noviembre, Cursos de Historia de las Insurrecciones Indígenas de los Siglos XVIII y XIX en Bolivia.
Los Cursos, que se llevarán a cabo en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, Corrientes 1543, Capital, de 18 a 20 horas, contendrán las insurrecciones de José Gabriel Condorcanqui en Cuzco(siglo XVIII; de Julián Apaza- Tupaj Katari- Bartolina Sisa y Gregoria Apaza en el altiplano paceño(siglo XVIII); de los hermanos Tomás, Dámaso y Nicolás Katari en el norte de Potosí(siglo XVIII) y de Zárate “el temible” Villca, en el altiplano orureño y paceño( fines del siglo XIX).
La inscripción a los cursos es gratuita. Para inscribirse, llamar al 46315604(Lucio Campero) o enviar mail a noelperez2003yahoo.com.ar. También personalmente los sábados a las 19 horas en la Plaza Virreyes , frente a la estación Virreyes línea E de subterráneos, donde se reúne la Asamblea.

Radio Abierta
Buenos Aires, 20 de octubre(Boliv_ar)- El viernes 18 del corriente se llevó a cabo una Radio Abierta frente a las oficinas comerciales del diario Clarín, organizada por el Movimiento de Solidaridad con Bolivia, auspiciado por la Comisión de Solidaridad con Bolivia en Argentina y nuestro Boletín de Noticias de Bolivia, Boliv_ar.
El evento, durante el cual se manifestaron mancomunadamente argentinos y bolivianos, se hizo para repudiar las historietas aparecidas en la contratapa de ese matutino los días 8, 9 y 10 de octubre, consideradas ofensivas para con la comunidad boliviana, fundamentalmente sus sectores mas pobres, como lo son las vendedoras de frutas y verduras; con Bolivia y con el gobierno del compañero presidente Evo Morales Ayma.
Se emitió durante la Radio Abierta una Declaración repudiando estos “chistes” y llamando a la reflexión a sus autores, Langer y Mira.

Cuadernillos de Boliv_ar: Tercera Edición

En esta nueva sección de Boliv_ar publicaremos una serie de artículos de interés general que ayuden a comprender el actual proceso político boliviano.
Comenzaremos con la publicación por entregas de un interesante artículo de Álvaro García Linera, publicado originalmente en la revista mexicana Chiapas (Nº 16, Año 2004), que presenta un muy buen resumen de las luchas populares en Bolivia.


"Que nos maten también ahora a nosotros"
Ésa fue la frase de una señora que con una piedra en la mano corría detrás de una tanqueta en la zona de El Kenko. El gesto es todo un programa de acción, pues muestra cómo es que la muerte ha roto la tolerancia moral de los dominados hacia los dominantes. ¿Qué es lo que ha llevado a esta anciana a convertir el arcaísmo de una piedra en la prolongación de una voluntad social lanzada contra el moderno acero de un tanque artillado?
Por lo general la dominación se asienta en la aceptación de un margen de autoritarismo e imposición que el dominado es capaz de aceptar por parte de las autoridades. Es el margen de legitimidad que tiene el Estado para mantener el monopolio de la coerción. Sin embargo, hay un momento en que este margen de tolerancia se quiebra, en que la plebe ya no está dispuesta a jugar una economía de mansedumbres negociadas, es el momento de la disolución del orden estatal y el contrapoder. Y ese margen de docilidad moral ha sido roto por la muerte. La muerte de vecinos, de niños, ha sido la seña de la inversión del mundo mediante la cual cada familia alteña se ha sentido convocada a poner en riesgo la vida como única manera de ser digno frente a ella. A partir de ese momento, en gesto de heroísmo similar al de esos jóvenes paceños que en febrero arrojaban piedras a oficiales militares que les respondían con balas de fusiles automáticos, se apodera de una población que responderá a cada muerte y herido con un nuevo contingente de vecinos que sacará a la calle su esperanza y hallará en la piedra arrojada la certeza de su derecho a recuperar, por cualquier medio, la propiedad de una riqueza que sabe que le pertenece.
La piedra es entonces aquí la constatación de una victoria moral sobre la muerte, de la sociedad sobre un Estado asesino, del porvenir sobre el conservadurismo de un régimen que se ha dedicado a medir el tamaño de su decadencia por el número de muertos que aún es capaz de provocar en su caída.
Los alteños están en sublevación; es una sublevación con palos, con banderas y piedras que enfrentan a tanques, fusiles automáticos y helicópteros. Militarmente es una masacre; políticamente es la acción más contundente y dramática del fin de una época; históricamente es la más grande señal de soberanía que los más pobres y excluidos de este país dan a una sociedad y para toda una sociedad.
Lo significativo es que este desborde de rebelión y dignidad contra el Estado también se desparramará en los siguientes días por las laderas y cerros de la ciudad de La Paz.
Tercer acto: época revolucionaria
El desarrollo de los acontecimientos muestra que Bolivia está atravesando desde hace tres años una "época revolucionaria" (Marx), entendida como un periodo histórico de vertiginosos cambios políticos, de abruptas modificaciones de la posición y poder de las fuerzas sociales, de reiteradas crisis estatales, de recomposición de las clases, de las identidades colectivas, de sus alianzas y de sus fuerzas políticas. Una época revolucionaria se caracteriza por las reiteradas oleadas de sublevación social, por los flujos y reflujos de insurgencias sociales separadas por relativos periodos de estabilidad pero que a cada paso cuestionan u obligan a modificar, parcial o totalmente, la estructura general de la dominación política, hasta un momento en que tendrá que darse, de una u otra manera, una nueva estructura estatal emergente de una puntual situación revolucionaria en la que el despliegue de la fuerza desnuda dirima, ya sea por la vía de la confrontación abierta (guerra civil o golpe de Estado) o el armisticio duradero (reformas estructurales del sistema político o económico), la calidad y orientación de ese nuevo Estado que regulará la vida política de las personas durante las siguientes décadas.
La época revolucionaria en Bolivia se inició con la "guerra del agua", que permitió reconstituir regionalmente en Cochabamba un tejido plebeyo de indígenas, campesinos, regantes, sindicalistas obreros y clases medias antes excluidas de la toma de decisiones políticas, obligando al Estado a retroceder en sus políticas de privatización y dar paso a la deliberación de la multitud como fuente temporal de poder de decisión. Luego vinieron unos meses de relativa estabilidad, tras la cual se dio la rebelión indígena en el altiplano y el Chapare, trayendo la fuerza de la comunidad como núcleo de poder territorial que comenzó a desplazar a las instituciones del Estado (subprefecturas, puestos policiales, registro civil, partidos), en varias regiones del país. El tercer momento vino en junio y julio de 2001, cuando los aymaras comenzaron a construir formas de militarización comunal de la acción colectiva mediante la formación del Cuartel Indígena de Qalachaca, en la región de Omasuyus, donde más de 40 mil indios de comunidades y ayllus confederados inauguraron la consigna de "guerra civil" que meses después recorrerá el país entero. En junio del siguiente año los indios y trabajadores harán lo que nunca habían hecho en toda su historia electoral: votarán por los propios indios, mostrando hasta qué punto la revolución cognitiva promovida por los movimientos sociales había transformado radicalmente los esquemas mentales de la población empobrecida.
Todo ello desembocó en una crisis de Estado en dos dimensiones. Una crisis de sus estructuras políticas de "corta duración", referidas al modelo neoliberal de los últimos quince años (sistema de partidos como únicos mediadores entre Estado y sociedad, democracia liberal, gobernabilidad pactada, etcétera), y una crisis en sus estructuras de "larga duración", referidas a las características republicanas (Estado monocultural enfrentado a una sociedad multicultural). Hasta qué punto esta crisis estatal había corroído el armazón interno del orden político se verá cuando en febrero de 2003, el principio de mando jerárquico del Estado se derrumbará, llevando a que policías y militares se maten a balazos en la puerta del palacio de gobierno. Con ello, el Estado había dejado de creer en sí mismo, marcando el preludio de la más grande sublevación social de los últimos cien años que se desatará en octubre de 2003 y la aceleración del tiempo político que hace vislumbrar a corto plazo nuevas y mayores conflictividades de las fuerzas sociales en pugna.
La revolución india
Cuando dos mil dirigentes comunales del departamento de La Paz iniciaron su huelga de hambre los primeros días de septiembre pidiendo la libertad del dirigente Huampo, nadie podía sospechar que ello acabaría con la vergonzosa y patética huida de Sánchez de Lozada en un helicóptero. Sin embargo la señal histórica estaba ya dada: se enfrentaban dos civilizaciones, la de la modernidad estatal con su kafkiano sistema jurídico liberal, y la de la comunidad con su "ley del ayllu" que, a los pocos días y por medio de la convocatoria a un bloqueo de caminos, asumirá la demanda de la recuperación de los recursos hidrocarburíferos, pues se trataba de un patrimonio colectivo por el cual los abuelos de los jóvenes aymaras de hoy habían muerto setenta años atrás. El bloqueo de caminos de la CSUTCB (Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia) nacerá entonces ya con una clara consigna política: rechazar la decisión gubernamental de vender gas por Chile a Estados Unidos. Se trataba ciertamente de una consigna general, de un "pretexto unificador" (Marx) capaz de articular a diferentes sectores en torno a un tema cuya virtud radicaba en hurgar en la conciencia indígena el fondo histórico colonial de la república (la propiedad territorial), y en la plebe urbana, la memoria nacional popular construida en el siglo XX (la nacionalización de riquezas iniciada en 1938).
Los más receptivos a este llamado de los indígenas del campo serán los indígenas urbanos, los alteños y alteñas, los habitantes de la ciudad más pobre y por tanto la más indígena del país que se acoplará al movimiento con su propio bagaje organizativo.
A las organizaciones sindicales y comunales de los aymaras del campo en bloqueo y rebelión se integrarán los barrios alteños, prolongación urbanizada de la lógica sociopolítica del ayllu, reapropiándose del control de los territorios urbanos.
Por lo general, las comunidades y las juntas de vecinos son sistemas territoriales de identificación y gestión de recursos sociales básicos. No obstante, en condiciones de autorganización política como la de los últimos días, funcionarán como células de una compleja red de poder político territorial que se tejerá entre campo y ciudad. Lo más significativo de todo ello será que el régimen de representación de los sublevados quedará desconcentrado en la propia autorrepresentación de las organizaciones territoriales sublevadas, de modo que, sin responder a un mando único, cada soberano colectivo de tipo territorial acordará a cada momento con los otros soberanos, a modo de múltiples ejércitos locales confederados, la articulación de acciones conjuntas, de apoyos mutuos y de unificación de reivindicaciones comunes. Así, con la declaratoria de paro indefinido por los alteños, el cerco katarista, después de trescientos veintidós años, llegará a la propia ciudad de la mano de otros indígenas, urbanizados hoy, que acabarán por asfixiar al Estado.
La sombra de Katari comenzará a serpentear los barrios y villas alteñas y paceñas, incluida la zona sur, sede de las élites dominantes, donde el tradicional método de lucha indígena campesina, el bloqueo de caminos con piedras, impedirá el tránsito en las propias avenidas de los barrios de las clases adineradas que sólo atinarán a atrincherarse en sus casas.
Los indios estarán entonces en todas partes: bloqueando caminos en el campo, ocupando ciudades, descolgándose por las laderas para pintar de wiphala y dinamita la plaza San Francisco, y desde allí irradiar su convocatoria a otras regiones que, como Cochabamba, Oruro, Potosí y Sucre, se convertirán en centros de nuevos bloqueos y de marchas indígenas hacia las ciudades.
Al final, sobre una predominancia del discurso y la simbología indígenas, miles y miles de aymaras y qheswas de todas las latitudes comenzarán a concentrarse en los pueblos intermedios para establecer las estrategias de bloqueos; en las zonas aledañas al lago, caracterizadas por su mayor organización, formarán nuevos "cuarteles indígenas" (al menos cuatro en total), donde miles de indios en estado de militarización comunal establecerán las directrices del desplazamiento de la autoridad estatal. En muchos casos, los pueblos intermedios sólo serán el tránsito para dirigirse desde allí a las ciudades, en lo que podría considerarse como la autoconvocatoria indígena más numerosa (en términos absolutos y proporcionales) desde la guerra federal de 1899. A modo de infinidad de pequeños ejércitos indígenas armados de palos, piedras y viejos fusiles máuser comenzarán a converger a la ciudad de La Paz , tupiendo el tramado de la mancha urbana con cientos de pequeñas columnas comunales que serán recibidas con alegría y entusiasmo por cada uno de los barrios alteños donde serán alojados por sus hermanos migrantes.
Habían sido convocados a una guerra, y los indios vinieron a ello apoyados sobre una logística indígena que pudo mantener en torno a la ciudad de La Paz durante casi una semana campamentos de indios sublevados preparados para la posible confrontación final.
Los indígenas urbano rurales no fueron la única fuerza social puesta en movimiento: también lo hicieron los cooperativistas mineros, obreros fabriles, vecinos, comerciantes y estudiantes mestizos, e inclusive segmentos de las clases medias urbano mestizas. Pero quienes al final pondrán los muertos, la fuerza de masa movilizable, el método de lucha predominante, la forma organizativa y el discurso enmarcador de la sublevación, serán los indígenas.
La comunidad sufriente
Hay ocasiones en que la muerte y el miedo son los puntos infranqueables que detienen una insurgencia social frente a las murallas del gobierno. Por eso el Estado necesita monopolizar la coerción legítima pues ésta, que encarna el posible uso de la violencia y muerte en contra de la sociedad, es la garantía última y final de todo orden político constituido. Sin embargo, hay momentos en que la muerte cataliza el ímpetu de la sublevación, en que la muerte es la seña que permite unificar colectividades distanciadas dando pie a un tipo de hermandad extendida en el dolor y el luto. En ese momento la muerte es derrotada por la vitalidad de una sublevación de voluntades sociales llamada insurrección.
Y es lo que aconteció desde el 20 de septiembre cuando las tropas militares invaden Warisata y matan a seis comunarios. A la muerte de seis indígenas no le sucede el retroceso de los movilizados, sino su expansión y radicalidad. Otras provincias como las de Río Abajo, Ingavi, Muñecas, Inquisivi o Pacajes se sumarán inmediatamente al bloqueo. A su vez, los pobladores de El Alto, muchos de los cuales mantienen doble residencia en la ciudad y en el campo, convocarán a un paro de actividades desde el 8 de octubre, en tanto que un contingente de mineros buscará llegar a la ciudad de La Paz , al pedido de la convocatoria de la COB. La muerte de dos mineros el viernes 10 y de dos vecinos el sábado 11 provocará una convicción social de que el Estado está arrinconando a la sociedad a una situación de peligro de muerte general, y responderán masivamente a tal riesgo. Al día siguiente las calles de El Alto amanecerán surcadas por miles de barricadas de todo tamaño, por zanjas en los caminos vigiladas por juntas de vecinos convertidas en regimientos civiles de cada zona que organizarán, con sus propios recursos y medios, la logística de una sublevación urbana. El Estado había perdido el control político de la ciudad, y el intento de retoma militar entre el día lunes y martes sólo provocará una masacre de más de sesenta muertos, a lo que la población responderá con la insurrección civil. Cada barrio reclutará a sus jóvenes para armarlos de piedras, palos y picotas para hacer frente a los tanques; comunarios de todas las regiones, de las provincias más alejadas de otros departamentos, comenzarán largas caminatas hacia La Paz para defender a quienes consideran sus hermanos que "están siendo masacrados". Pobladores de todas partes, choferes, trabajadores, comerciantes, estudiantes de norte y sur, de las laderas y los barrios de clase media, de las comunidades campesinas y de las villas alejadas se autoconvocarán frente y contra un Estado que había roto la economía de arbitrariedades y exigencias que mantenía soldada la obediencia social al gobierno. Cada barrio y comunidad marchante y bloqueante saldrá en defensa de los pobladores baleados, lo que a su vez dará lugar a nuevos muertos que convocarán a nuevos barrios y al final la sociedad entera estará sublevada contra un Estado cuyo único lenguaje se ha reducido a la muerte y que por tanto ya no tiene razón de ser, a menos que se piense que la muerte es la razón de ser de la sociedad.
Al final, la muerte había unido lo local, lo disperso, pero ante todo, había llevado a la sociedad a desconocer al gobierno, pues éste personificaba un enloquecido corcel de muerte con el que ya no era posible negociar. La muerte había abierto un abismo entre gobierno y sociedad anulando cualquier posibilidad de negociación. Ya no importaba qué ofreciera Sánchez de Lozada, él ya no era moralmente un interlocutor válido para los vecinos y comunarios insurrectos; de súbito la muerte había puesto en primer plano la titularidad del poder, punto de partida para cualquier acuerdo. La multitudinaria marcha del jueves 16 en La Paz y otros departamentos reafirma esta soberanía plebeya de insubordinación radical frente a la autoridad. Desde entonces ya no había gobierno, y por tanto sólo era cuestión de horas la renuncia de Sánchez de Lozada o la irrupción de una desequilibrada guerra civil. La intervención de las clases medias contribuirá al fortalecimiento de la primera opción

viernes, 19 de octubre de 2007

Editorial



No solo aprendimos a quererte, compañero, sino a exigirnos comprender tus ideas y acciones. A no ser sectarios y a no elegir un solo camino para la liberación. Como nos enseñaste un 30 de abril de 1962, “en el camino de la liberación hay que luchar contra el monomercado primero, contra el monoproducto después, y diversificar el comercio exterior, y diversificar la producción interna. Y hasta aquí, todo es sencillo. El problema es como hacerlo. ¿Se va a hacer por vía parlamentaria; se va a hacer por vía de los fusiles; se va a hacer por una mezcla de via parlamentaria y vía de los fusiles. Yo no sé si puedo responder exactamente a esa pregunta”- nos dijiste. Y nos enseñaste- y ellos, los enemigos también nos enseñaron- que cuando no les conviene su democracia la alteran, y la reemplazan por las mas feroces dictaduras. Y eso hicieron. Ellos eligieron el camino de la violencia: con intervenciones, con bloqueos, con asesinatos, con agresiones de toda índole y pelaje, como indicaban sus manuales de guerra psicologíca. Y lamentablemente, si les cuadra, lo volverían a hacer.
Vos nos enseñaste, compañero, que había que conjugar al marxismo, “guía para la acción”, con la realidad de nuestra Indoamérica latina y nuestro Tercer Mundo. Nos indicaste que el ama sua, ama lula, ama kella y sus derivaciones prácticas estaban mas cerca de la Comuna de París y de las revoluciones, como la gloriosa Revolución Cubana, que de los manuales de antropología, los regresos históricos imposibles o los esoterismos digeribles por el capitalismo que, como diría alguna vez nuestro compañero J.W.Cooke, tiene mil tetas de donde uno puede mamar su venenosa leche.
Nos enseñaste que la teoría y la acción es una y sólo una, que el ejemplo debía ser nuestro modo de vida, que en el imperialismo no se podía confiar “ni un tantito así, nada”, que el socialismo era la única salida a la barbarie capitalista y que los pueblos debían ser fuertes y blindarse para ser respetados, ya que por su índole rapiñera y avasalladora, ni la burguesía ni el imperialismo se sientan a negociar con quien no tiene el poder de la razón, pero también de la fuerza.
Nos enseñaste, compañero Ché, Heróico Comandante, que Bolivia, Argentina, el mundo, es todos lados donde un explotado, humillado y oprimido sufra y alce su voz y su puño para rebelarse contra sus opresores.
Hoy, a 40 años de tu partida, te recordamos desde aquí, militando, combatiendo en estos nuevos tiempos, con tus enseñanzas como bandera. Desde estas páginas que defienden a una Bolivia altiva, digna y soberana, como la que quisiste y por la que peleaste, te rendimos nuestro homenaje.

Indignidad contra los ancianos


Por Antonio Peredo Leigue
Octubre 17, 2007

El BONOSOL (bono solidario) fue una trampa neoliberal. Recogiendo un legítimo derecho de la tercera edad –reconocimiento por el esfuerzo de una vida de trabajo-, se tramó la entrega total de los recursos del país, instruyendo a las AFP’s comprar las acciones nacionales de las empresas capitalizadas con dineros de los aportes laborales. Era insostenible y, cada vez en mayor proporción, se requería vender más acciones. Ese es un tema.
Otro es la propuesta de renta vitalicia. El proyecto de ley, enviado por el presidente Evo Morales está en el Parlamento y ya se organizaron los opositores. Groseramente anuncian: Apoyamos la renta vitalicia, pero no contribuiremos ni con un centavo para hacerlo efectivo. Alguno incluso dijo que el BONOSOL es una conquista que no puede suprimirse y, sobre eso, está bien que llegue la renta vitalicia; además, para todos.
Alcances y contribuciones
Como en todo país estructurado bajo concepción capitalista, reciben renta de vejez sólo quienes depositan aportes en efectivo durante su vida laboral. Los campesinos, los trabajadores independientes, los empleados eventuales, quienes trabajan a destajo, jamás tendrán una renta que les asegure vivir con decencia sus últimos años.
El proyecto del MAS propone una renta de doscientos bolivianos (poco más de 25 dólares) mensuales para todas las personas mayores de 60 años. Los jubilados, es decir, quienes ya tienen una pensión vitalicia, recibirán la mitad. Quienes tienen un sueldo, simplemente no debieran reclamar tal renta, aunque el proyecto no establece tal extremo.
Ahora bien. El proyecto determina que, el 30% del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) se destine a tal efecto. En otros términos: de los porcentajes que perciben los distintos niveles del Estado, se descontará ese monto.
Ahí se afinca la oposición. Habiliten la renta vitalicia pero no toquen las cuotas que corresponden a prefecturas, alcaldías, universidades, etc. Dicho de otro modo: la dignidad de los viejitos está bien para el discurso, pero no toquen nuestro bolsillo.
La codicia como rectora
El IDH es una conquista duramente alcanzada por el pueblo boliviano. Quienes ofician ahora de fiscales de la democracia y la participación, en comités cívicos y prefecturas opositoras, fueron opositores a la nueva Ley de Hidrocarburos. Por esa ley, sin embargo, recibieron fondos que han superado abundantemente su capacidad de gasto. Las universidades ya no reclaman, como antes, por falta de presupuesto. Las alcaldías tienen fondos en depósito. Las prefecturas registran gastos extraordinarios y muchas veces innecesarios.
Aún más: las proyecciones indican que, en los años siguientes, los ingresos de estas instancias registrarán importantes alzas, para cuya inversión debieran estar preparándose. Pero más puede la codicia. “Esta es mi plata. ¿En qué la gastaré? No importa, pero no me toquen”, tal como si se tratase de fondos propios “ganados con el sudor de su frente”, como añadiría el dicho popular.
¿Los ancianos? No son problema de ellos. Si el gobierno quiere darles una renta, que vea de dónde saca la plata. ¿El gobierno?, ¿acaso de trata de los viejitos del MAS solamente? Talvez así lo piensen. Al menos, un dizque dirigente político opositor sostiene que él, lucha “por los derechos de los que no son del MAS”. No le da vergüenza decirlo porque –ésta es una verdad absoluta- tiene cara de cemento.
Con absoluto desprecio de la opinión pública, han declarado que no aprobarán el proyecto de ley, hasta que el gobierno desista de “recortar” los ingresos de prefecturas, municipios y universidades. Causa pena registrar hechos como una movilización de universitarios contra la Renta Dignidad. ¿Dónde quedó la sensibilidad social de la juventud que, hace cuatro décadas, entregaba su propia vida por los derechos de los demás? Ahora, ¿sólo les interesan sus derechos particulares? ¡Qué lástima! Qué distante parece aquella época en la que los mineros decidían descontarse una mita (un jornal) para capitalizar la Corporación Minera de Bolivia y los universitarios iban al campo, para ayudar a construir las viviendas agrarias. Ese es el sentimiento que nos robó el neoliberalismo y que debemos reconquistar para construir nuestra Nueva Patria.
Concientizar al pueblo
Era previsible la reacción de quienes se acostumbraron a ser beneficiarios del Estado, recortando la participación de la mayoría. Pero, que esta actitud, haya ganado a sectores sociales como los jubilados, la juventud universitaria y parte de los trabajadores, nos muestra la grave deformación que causó el neoliberalismo en el pueblo.
La dignidad de los ancianos es una responsabilidad de todos y cada uno de los bolivianos, especialmente de quienes son la fuerza productiva de la nación. Ni siquiera se trata de decir que, mañana, todos entrarán en la misma categoría y merecen la misma consideración. De lo que se trata es que hoy, en esta etapa, la dignidad es un derecho de todos y mientras haya un boliviano o una boliviana que carezca de ese derecho, no lo tendremos ninguno de nosotros.



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Concentración y Marcha

Buenos Aires, 17 de octubre( Boliv_ar)- Mas de 1.000 personas se dieron hoy cita en Plaza Congreso para apoyar al gobierno de Evo Morales contra los ataques de la derecha y el imperialismo, a la Constituyente Originaria y también para conmemorar la caída en combate, hace 40 años, del Heróico Comandante Che Guevara.
Luego se realizó una marcha, organizada por residentes bolivianos y originarios, organizados en el Comité de Defensa de la Democracia en Bolivia, que fue acompañada por nuestra Comisión de Solidaridad y nuestro Boliv_ar, hasta la Embajada de Bolivia. Varios oradores destacaron las realizaciones del gobierno de Evo y se pronunciaron contra las agresiones de la derecha y el imperialismo norteamericano. Se leyó un Documento, que luego fue entregado al compañero Encargado de Negocios A. I. en Argentina, Sixto Valdez Cueto, quien hizo uso de la palabra destacando los logros de la Revolución boliviana y el acercamiento de la Embajada para con los residentes bolivianos en nuestro país.
Un miembro de nuestra Comisión de Solidaridad y Boletín hizo también uso de la palabra, adhiriendo al acto.

Goñi en el banquillo
La Paz, 17 oct (ABI).- Al menos 200 instituciones bolivianas y extranjeras iniciaron este miércoles una campaña internacional para lograr que el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada sea extraditado de Estados Unidos a Bolivia para que enfrente el juicio por genocidio que pesa en su contra.La campaña demanda a Estados Unidos la extradición de Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Sánchez Berzaín y Jorge Berindoague, es dirigida por la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de La Paz (APDHLP), la Asociación de Familiares Caídos por la Defensa del Gas y el Comité Impulsor del Juicio de Responsabilidades.Para el efecto, se creó una pagina Web para que organizaciones y movimientos de EEUU y el mundo se sumen a la campaña de extradición porque con la acusación formal ya existe una demanda legal.Rogelio Mayta recordó que desde el 22 de junio del 2005, que Estados Unidos se negó a notificar a los autores de la masacre de octubre y gozan en el país del norte evadiendo a la justicia boliviana."Hoy hay el temor de que el Gobierno de los EEUU demore en la extradición o niegue por causas que no hacen a la justicia y para evitar que ello no suceda, iniciamos la campaña para la extradición"."Le decimos al mundo entero, en especial, al pueblo de los Estados Unidos, que Sánchez de Lozada, Sánchez Berzaín y Berindoague, tienen cuentas pendiente con la justicia boliviana y deben responder por los 68 muertos y más de 400 heridos", enfatizó.El hecho de que Sánchez de Lozada sea un ex presidente y Sánchez Berzaín y Berindoague, ex autoridades no los exime de responsabilidad sino todo lo contrario, determina la necesidad urgente de que rindan cuentas a su pueblo, indicó Mayta.Mayta pidió al embajador de Estados Unidos en Bolivia, Philip Goldberg, cumpla su palabra en sentido de que "si la causa de la extradición es jurídica, está procederá".Fue enfático al expresar que si el Gobierno de los Estados Unidos es consecuente con su discurso, de defensa de la democracia y total respeto de los derechos humanos, no puede proteger mas a personas acusadas de una masacre sangrienta.Sobre las últimas declaraciones de Mauricio Balcazar, hijo político de Gonzalo Sánchez de Lozada, lo califico de "cínico y sinvergüenza".Negó que haya persecución o juicio político contra los acusados que radican en los Estados Unidos. Al minimizar la acusaciones, precisó que la demanda de los bolivianos es un causa de justicia, cuatro años contra la impunidad.ACUSACIÓN FORMALEl abogado de la Asociación de Familiares Caídos por la Defensa del Gas, afirmó que la acusación formal que presentó Mario Uribe, Fiscal General de la República , abre el camino del juicio oral.Con este paso y en criterio de Mayta, entre diciembre de este año y enero de 2008, debe iniciar el juicio oral. La esperanza del abogado es que el primer trimestre del 2008 se pueda tener sentencia porque los imputados ya fueron acusados formalmente.La presidente de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de La Paz , Sonia Brito, indicó que con la acusación el Estado oficializó el juicio. "A partir de este momento, es posible la extradición de Sánchez de Lozada, porque hasta antes del mediodía de este miércoles, Estados Unidos diga no haya una demanda legal".ACUSADOS FORMALMENTEEn la acusación por los delitos de genocidio en su variable de masacre sangrienta, lesiones graves y leves, delitos contra la libertad de prensa y otros son:El ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y sus ex ex ministros; José Carlos Sánchez Berzaín, Jorge Joaquín Berindoague Alcocer, Yerko Andrés Kukoc Del Carpio, Mirtha Patricia Quevedo Acalinovic, Javier Torres Goitia Caballero, Guido Rodolfo Añez Moscoso y Hugo Arturo Carvajal Donoso.Fueron imputados también, Jorge Ernesto Torres Obleas, Éric Reyes Villa Bacigalupi, Adalberto Kuajara Arandia y Dante Napoleón Pino Archondo.En la acusación figuran, los ex miembros de las FFAA; Gral. Roberto Claros Flores, Gral. Gonzalo Alberto Rocabado Mercado, Gral. Juan Veliz Herrera, Almte. Luis Alberto Aranda Granados y Gral. José Oswaldo Quiroga Mendoza.

Cuadernillos de Boliv_ar: 2da edición

En esta nueva sección de Boliv_ar publicaremos una serie de artículos de interés general que ayuden a comprender el actual proceso político boliviano.
Comenzaremos con la publicación por entregas de un interesante artículo de Álvaro García Linera, publicado originalmente en la revista mexicana Chiapas (Nº 16, Año 2004), que presenta un muy buen resumen de las luchas populares en Bolivia .



El segundo acto: la insurrección de la ciudad de El Alto

Considerada junto con Santa Cruz las ciudades de mayor crecimiento demográfico de las últimas décadas, El Alto ha pasado de tener 11 mil habitantes en 1950 a poco más de 700 mil en 2001, donde se destaca que cerca de 60% de los habitantes son menores de veinticinco años, lo que habla de una presencia mayoritaria de población joven.
Del total de la población trabajadora, 69% lo hace en el ámbito informal, de empleo precario y bajo relaciones laborales semiempresariales o familiares. Pese a ello, poco más de 43% de los alteños son obreros, operarios o empleados, lo que la convierte en la ciudad con mayor porcentaje de obreros del país y explica la presencia de una fuerte identidad obrera entre sus habitantes. De hecho, la ciudad de El Alto ocupa hoy el papel de concentración territorial y cultura laboral que en los años cuarenta y sesenta del siglo XX, ocupaban los barrios de Villa Victoria Pura Pura y Munaypata, donde se ubicaban los barrios obreros. La alta presencia de trabajo familiar, microempresarial e informal de los trabajadores alteños sintetiza los componentes híbridos y fragmentados que caracterizan a la nueva condición obrera y asalariada de la sociedad boliviana.
Olvidada por el Estado, la ciudad ha sido tratada hasta hoy como un pueblo campesino abandonado y discriminado. Más de la mitad de los hogares alteños no tienen saneamiento básico, 60% de los ciudadanos viven hacinados, no más de 30% tiene alcantarillado, 45% de las personas son pobres, en tanto que 26% son extremadamente pobres, lo que significa que tienen menos de un dólar de ingreso por día.
Esta condición de pobreza y precariedad no por casualidad está acompañada de una presencia mayoritaria de indígenas urbanos en la ciudad. Cerca de 75% de los alteños se autoidentifica como indígena, en especial aymara o en menor medida qheswa, y es notoria la elevada presencia de migrantes rurales de primera y segunda generación y de exobreros en la mayoría de los barrios alteños. Esta estructura organizativa barrial asentada en experiencias agrarias y obreras es la clave de la alta disciplina y capacidad de movilización de los alteños sublevados de estos últimos días.
Las características indígenas y obreras de El Alto han contribuido a definir los rasgos de la movilización social de sus pobladores, en la que se pueden distinguir dos componentes: una estructura barrial y gremial para la rebelión, y unos marcos de construcción del discurso basados en la identidad indígena.
Fejuve (Federación de Juntas Vecinales), fundada el año 1979, y la COR (Central Obrera Regional) El Alto, creada diez años después, son las que han articulado una red de organizaciones barriales y sindicales fuertemente enraizadas en bases territoriales ocupadas en la solución de necesidades básicas de la población. Juntas de vecinos y gremios durante las últimas décadas se han constituido como modos de autorganización local de la población para crear por mano propia, o mediante la canalización de demandas al poder central, la satisfacción de necesidades básicas como el agua potable, el empedramiento de calles, la instalación de luz eléctrica, la construcción de casas, escuelas y sedes sindicales, la autorización para instalar puestos de venta, la regulación de impuestos, etcétera, reactualizando en el ámbito urbano las experiencias organizativas y las fidelidades comunitarias que, a través de los sindicatos agrarios y ayllus, gestionan todas estas dimensiones de la vida cotidiana. De ahí que no sea casual que en muchos barrios las juntas de vecinos lleven el nombre de la comunidad agraria de origen.
Esta vitalidad local de las juntas vecinales y los gremios ha posibilitado que ellas funcionen como densa red de movilización social y política, una estructura de soberanía territorial y, en un momento determinado, en los nodos colectivos de una insurrección civil con capacidad de movilizar a jóvenes, ancianos, mujeres y niños en torno a sus mandos locales y el control del desplazamiento en sus respectivos barrios. Incluso, ha habido momentos en que las juntas de vecinos han articulado una leva de reservistas del servicio militar obligatorio, familia por familia, como cabeza de brigadas de autodefensa y control barrial.
Es esta densidad de las organizaciones territoriales lo que ayuda también a explicar la formación de un tipo de liderazgo colectivo, rotativo y descentralizado en las propias organizaciones barriales que de manera permanente reclamaban la autorrepresentación para establecer alianzas y acuerdos con otras juntas de vecinos, inclusive por encima de la acción de los propios dirigentes.
"Vamos a cambiar la bandera"
Si bien las condiciones de pobreza alteña son extremas y las organizaciones locales barriales son muy cohesionadas, eso no ha sido suficiente para que se genere la sorprendente red de movilización social que ha paralizado de forma contundente la ciudad de El Alto y que está sosteniendo un proceso de rebelión urbana. Para que suceda todo ello se ha tenido que dar un conjunto de oportunidades políticas como es el fracaso reiterado de los distintos partidos oficialistas en la gestión municipal, el triunfo de un tipo de liderazgo contestatario y creíble en la conducción de las organizaciones regionales, el fracaso de las políticas económicas de privatización de recursos públicos, la torpeza estatal de lanzarse a un negocio de exportación de un recurso natural en torno al cual se han generado amplias expectativas sociales de soberanía y redención social y, por supuesto, la irradiación de un tipo de discurso de identidad indígena en torno al cual los alteños han podido reconceptualizar de una manera radical su condición de pobreza y su derecho a usufructuar un recurso que lo consideran como propio, como herencia social y como destino.
Es en torno al discurso indígena que la inmoral polaridad social entre ricos y pobres ha sido traducida como antagonismo entre q’aras[3] e indígenas, entre extranjeros y originarios; es el discurso indígena el que ha permitido otorgar una justificación histórica y una razón de compromiso activo con la recuperación de los hidrocarburos a manos de la sociedad. A diferencia de lo que sucedía en los años cincuenta o sesenta cuando la conciencia sobre el control de los recursos naturales se asentaba en un tipo de discurso "nacionalista revolucionario" de corte movimientista, el actual nacionalismo tiene bases indígenas y la patria de la que nos habla no es la del Estado y los doctores; es la de las comunidades, de los gremios, de los kataris, de los aymaras, de los qheswas, que se han convertido en la nueva matriz interpretativa y conductora de lo que los bolivianos habremos de entender por nación en las siguientes décadas. De ahí su contundencia pétrica, pues hurga en la memoria de los siglos el sentido de comunidad política, pero quizá también por ello la ambigüedad y temor que provoca en las clases medias que prefieren mirar con indolencia cómo es que otros entregan sus vidas por el control de un recurso, el gas, que también será usufructuado por ellos.
No en vano los indígenas rurales, que son el núcleo de este nuevo discurso nacional indígena, han sido la punta de lanza de la actual insurrección social. Su huelga de hambre en El Alto, su bloqueo de caminos es lo que ha permitido romper las murallas urbanas que anteriormente frenaban la expansión de los bloqueos campesinos. Hoy estos instrumentos de lucha indígena campesina son el principal método de los vecinos alteños. Miles de bloqueos impiden todos los accesos a los barrios; cientos de barricadas, a veces de dos metros de altura y decenas de zanjas antitanques, surcan las principales avenidas que atraviesan El Alto; las wiphalas[4] coronan los escombros, los insurrectos se comunican en aymara por altoparlantes y los chicotes andinos marcan el principio de autoridad del comité de huelga que ha asumido, de hecho, la soberanía política en cada territorio. A modo de mojones de cultivo, cada junta de vecinos demarca el control de su territorio con alambres de púas y fogatas, en tanto que grupos de jóvenes, mujeres y varones, organizados en torno al mando central, recorren cada uno de los lados del espacio territorial de la junta vecinal. Los cohetes y dinamitazos, junto con los golpes en los postes de luz, generan una tonalidad guerrera que mantiene en alerta a los vecinos y anuncia la llegada de tropas militares. En las zonas más periféricas, que de hecho son barrios campesinos, el ejemplo del Cuartel de Qalachaca de los sublevados de Omasuyus es una forma de organización que se busca imitar a nivel barrial mediante la convocatoria de los reservistas del cuartel para formar los grupos de defensa. Al igual que los indios del campo, hoy los indígenas urbanos se han rebelado; así lo constatan las consignas, la compacta movilización colectiva, pero también la brutalidad de la presencia de tropas gubernamentales, el racismo de los oficiales que disparan a matar a los que consideran "unos t’aras de mierda".[5] Y no es de extrañar entonces, no sólo la amenaza de los vecinos sublevados de castigar a los familiares de los militares o de marchar "al sur", donde viven las élites económicas y políticas del departamento, sino también la sublevación simbólica de los esquemas con los que los vecinos indígenas se afirman en sus actos y se proyectan en el futuro, al no encontrar un referente de vida y porvenir en la tricolor boliviana, sino en otra bandera que, a decir de un dirigente de villa Tahuantinsuyu que cuidaba una barricada de piedras y retazos de automóviles, es "nuestra verdadera bandera y la de nuestros abuelos".
La gasolina ensangrentada
El 8 de octubre, a un mes de bloqueo de caminos de los indígenas aymaras del campo, sus hermanos y parientes urbanos, los vecinos de El Alto, se lanzaron a un paro indefinido de actividades en toda la ciudad en defensa y recuperación de la propiedad del gas por los bolivianos. Antes ya habían bajado varias veces a la ciudad de La Paz , acordaron el cierre de mercados y hasta los carniceros habían decretado una suspensión de actividades. La consigna era clara y contundente: "No se vende el gas ni por Chile ni a Chile; el gas es para los bolivianos". El paro fue total, con lo que el cerco a la ciudad de La Paz comenzaba a estrecharse. Al bloqueo de caminos en el altiplano (carretera a Copacabana, a Achacachi, a Sorata, a Camacho y Bautista Saavedra, a Tambo Quemado, a Palca, a Yungas, a Quime y parcialmente a Oruro) se sumaba la paralización de la tercera ciudad más poblada del país y el cierre definitivo de la carretera La Paz-Oruro.
La débil convocatoria de la COB (Central Obrera Boliviana) a la huelga general indefinida, sólo acatada durante unos días por los maestros urbanos y rurales y los servicios médicos, desembocó en una marcha de mineros de Huanuni a la ciudad de La Paz que volvió a encontrar en la carretera no sólo a mineros e indígenas, sino a exmineros, convertidos hoy en vecinos alteños, que salieron a apoyar a sus antiguos compañeros de trabajo.
En el curso de la movilización la masa experimentará, junto a su fuerza colectiva y el dominio territorial, el control de un nuevo poder, el de los carburantes, pues éstos son distribuidos a El Alto y La Paz desde una planta ubicada en Senkata, a varios kilómetros de La Ceja de El Alto. Conocedores de la importancia de este centro, los vecinos de Villa Santiago Segundo, de la avenida 6 de Marzo y de otros lugares organizarán un cerco a las instalaciones para impedir la salida de camiones cisterna. A pocas horas tanquetas militares ocuparán las instalaciones y algunas otras zonas estratégicas de El Alto y, al finalizar la tarde, la caravana de la muerte se desplazará por las avenidas. A su paso, caerán decenas de heridos de bala y de balines; metralletas pesadas instaladas encima de los tanques dispararán contra vecinos que blanden palos y cachorros de dinamita y, al final, la resistencia de los alteños que levantaban más barricadas delante y atrás de la caravana obligará a los militares a refugiarse en un cuartel sin haber podido llegar a la autopista.
En La Ceja de El Alto se producirán nuevos enfrentamientos entre manifestantes y tropas gubernamentales, las oficinas de Electropaz y Aguas del Tunari,[6] dos empresas extranjeras que venden los servicios de electricidad y agua, serán destruidas, lo mismo que una gasolinera, en tanto que en la zona alta de Ballivián, los vecinos rodearán el quinto regimiento de policía para asediarlo durante toda la noche.
En la noche tropas militares reforzarán el regimiento, apoyadas con helicópteros que disparan a las casas y las fogatas, e intentarán ocupar las zonas del cruce a Villa Adela, La Ceja y la autopista. Ante este intento de militarización de la ciudad los vecinos se mantendrán en vigilia durante toda la madrugada, en la que se seguirán oyendo disparos de armas automáticas del lado de las zonas controladas por el ejército.
El día domingo será fatal. Desde muy temprano las tropas militares intentarán retomar el control de la zona alta de la autopista, de Senkata, de Río Seco y de La Ceja. Los muertos comenzarán a llegar a las precarias postas sanitarias: jóvenes, señoras, niños con balas en los pechos y las piernas serán el tributo que cobrará el gobierno para llevar gasolina a la ciudad de La Paz.
Pero una vez pasadas las cisternas, los enfrentamientos recrudecerán; primero será la zona de la plaza Ballivián y German Busch que arrojará dos muertos y varios heridos, luego Senkata con siete muertos. A mediodía los enfrentamientos se ampliarán a Río Seco donde se producirán varios muertos y media docena de heridos. Algo parecido sucederá en la zona de Tupac Katari, Villa Ingenio, nuevamente Villa Santiago Segundo, La Ceja Pasankeri , y así sucesivamente.
Q’ara, en aymara significa hombre pelado, que llegó sin nada y que vive del trabajo de los otros. Se asocia a los españoles que llegaron durante la colonia y ahora se aplica a la élite blanca mestiza que controla los poderes económicos y políticos del país.
Wiphalas son las banderas indígenas de cuarenta y nueve cuadros de siete colores en línea transversal. Se dice que tienen un origen precolonial y ahora son usadas por los movimientos indígenas para diferenciarse de los símbolos estatales.
T’aras es el calificativo despectivo de ignorante o cerrado que usan las élites para descalificar a los indígenas.

[6]
Aguas del Tunari es la empresa subsidiaria de Bechtel que privatizó el agua de Cochabamba en 1999, desatando una rebelión similar a la actual pero circunscrita a la región de Cochabamba. Más adelante se menciona la importancia de la "guerra del agua" [N. de E.].




Continuará en la próxima edición de Boliv_ar

lunes, 15 de octubre de 2007

Declaración

Ante las historietas publicadas en la contratapa del matutino Clarín del corriente mes, firmada por Rubén Mira y Langer, que ofenden a los residentes bolivianos en la Argentina , a Bolivia toda y al compañero Presidente Evo Morales Ayma, declaramos:

Nuestro repudio a tales historietas por su mensaje racista y discriminatorio y por la falta de respeto que esgrimen ante residentes bolivianos en la Argentina que ayudan a engrandecer nuestro país con su trabajo.

Nuestra llamada de atención a sus creadores, cuya mala fe o ignorancia frente a la comunidad boliviana, a la cultura, sus tradiciones, historia y actualidad, se expresa a través de esos “chistes” que no solo no hacen reír a nadie sino que coadyuvan a hacer creer que los argentinos en su conjunto podríamos compartir tamañas ofensas a nuestros hermanos bolivianos en particular, indolatinoamericanos en general.

Nuestra solidaridad para con la comunidad boliviana en la Argentina , para con Bolivia, su pueblo y su gobierno, que hoy muestran al mundo, con decisión y coraje, el camino de la liberación, la dignidad y el antiimperialismo consecuente.

Llamamos a la reflexión a los creadores de estos “chistes” y exigimos que pidan disculpas, al igual que el medio que les da cabida, el diario Clarín, a la comunidad boliviana en la Argentina y sobre todo, a las sufridas trabajadoras mujeres campesinas y vendedoras de frutas y verduras, símbolo de la fuerza telúrica, la tenacidad de madres y abuelas y la consecuencia en una vida de trabajo.


Movimiento de Solidaridad con Bolivia


Para solidarizarnos con los residentes bolivianos en Argentina, con Bolivia y con el compañero presidente Evo Morales Ayma y repudiar la falta de respeto de los “humoristas”, llevaremos a cabo una Radio Abierta el viernes 19 de 16 a 18 horas en Corrientes al 500, sede comercial del diario Clarín.

Invitamos a todos y todas a concurrir y participar

martes, 9 de octubre de 2007

COMUNICADO DE PRENSA

Buenos Aires, 9 de octubre del 2007,

La Comisión de Solidaridad con Bolivia en Argentina y el Boletín de Noticias de Bolivia, Boliv_ar, auspiciantes e integrantes del Movimiento de Solidaridad con Bolivia, expresan su repudio a la actitud racista, discriminatoria y xenófoba hacia los hermanos y hermanas bolivianos/as residentes en la Argentina que se ha manifestado en unas historietas publicadas en la contratapa del diario Clarín los días 8 y 9 de corriente, y que firman Langer y Ruben Mira.

Estas historietas, tituladas La Nelly , denotan una profunda falta de respeto y consideración hacia la comunidad boliviana en la Argentina y hacia el compañero Evo Morales Ayma, presidente de Bolivia, y se hacen merecedoras del repudio generalizado de la comunidad argentina y latinoamericana en su conjunto.

De acuerdo a este antecedente, la Comisión de Solidaridad con Bolivia en Argentina, el Boletín de Noticias de Bolivia, Boliv_ar y el Movimiento de Solidaridad con Bolivia en su totalidad convocan a todas las organizaciones y personas solidarias con Bolivia y su pueblo a una reunión a efectuarse el día 11 de octubre a las 18 horas en Montevideo 431, 6º Piso, Capital Federal, para organizar el repudio a esta provocación a la comunidad boliviana y a toda la comunidad indolatinoamericana en su totalidad.


Boletín de Noticias de Bolivia

Boliv_ar


Se Acepta La Publicación Total y/o Parcial
en Cualquier Medio, Siempre y Cuando se
Mencione la Fuente.-
Boletín de Noticias de Bolivia: Boliv_Ar

lunes, 8 de octubre de 2007

lonco tashunca teluria en marcha

por Jorge Luis Pampa Ubertalli

al che y a fidel

tashunca huitco encabrita grandes planicies de wyoming
patterson custer conocen de su acero
tripas al sol cabelleras rojadas tiñen verduras engordadas ahora de guerreros
tashunca iyotake / tatanca huitco ambos dos en el silencio sioux olgala
en las trenzas que cuelgan tras el carmín enmejillado de wounded knee alma encrespada tierra en armas dignada por fusiles con plumas
tashunca guia a cahuel por la mapú
roza los neneos toldos rehués desenblancando a chuzazos la pampa
ñuke de nojotros pobrecita roñada de jusiles de quepis
malmatada nomás
tashunca alarida un regreso un 5 de setiembre antes de disolverse en las grandes planicies
y dice yenne rokee apa mapu puel tehuel son seran solo che
hombre de aquí y de allá nortesur esteoeste un unico camino desde lejos ahora
atiborrado holgado de millones que fueron
indoamérica che cuatro suyos andamos/ tashunca cahuel kaiwallu caballo que galopa desde el fondo del tiempo
lonco tashunca teluria en marcha
no cascabeles penachos riendas tashunca cabalga che yenne che rokee apa che mapu che puel che tehuel che venteando futuros celestes
che enancado al caballo relincha verdades redime ofendidos despojados
desde la espesura del cañaveral inmensos ambos descargando antiguos odios
galopan revolutan por siempre

no botas y no lames no sables y no sobrios
empiojados rotosos embarbados tierrados maestros de la sierra
retumban sobre almas abueladas que vuelven a tejer sus estrellas sin manchas
loncocahuel
caballo ahora encheado
fidel a tus caidos a lo largo del tiempo de las bestias
tiernando dulces gramas violadas por oreros traficantes mercenarios de azul o verde o mierda
fidel a tus hermanos que gritan juramentan
tashuncahuitco caballoloco a quien seguimos enmontañados en la dignidad y la justicia
cahuel de las sureras soledades kawallu de alturas que andean nieves eternas
tashunca de las grandes planicies y cerros y montañas y selvas
caballo hermano mayor de palmerales
encheanos siempre nuestras almitas palante
sabé que trotamos desde siempre sin toldos chozas por ahora
sabé fidel
que tus relinchos llaman al combate
como hace miles de lunas
hablaron los jefes