miércoles, 6 de agosto de 2008

El derecho a la violencia revolucionaria

Por Jhonny Lazo Zubieta Agosto 1, 2008

Frente a la actitud irrazonable, insensata y empecinadamente antinacional de la derecha boliviana, incrustada en las Prefecturas, en los Comités Cívicos y en las Cortes Electorales Departamentales. Nos preguntarnos si ¿es posible esperar el advenimiento de una sociedad justa - donde todos los habitantes puedan cubrir sus más básicas necesidades - a través del diálogo? ¿A través del cumplimiento de la Ley ? Una ley hecha por ellos mismos. Estamos hablando del Referéndum Revocatorio, como la más democrática forma de participación ciudadana visto en estos 25 años de democracia. Es posible seguir negando que el contexto actual con matices más, matices menos, enfrenta a dos clases irreconciliables. Los oprimidos y los opresores. Y no como querían enquistarnos en el imaginario colectivo, señalando que se trataba de una contienda entre “cambas” y “collas”, por las diferencias culturales de estas, etc., etc., y tantas otras gansadas, propias de la mentalidad mediocre de los medios de comunicación. Esta derecha, opresora, que sólo representa a sus bolsillos ¿No ha dado muestras más que suficientes de ser antipatrias y que su accionar no busca, sino preservar sus intereses usureros de clase? El gobierno de Evo Morales, legal y legítimo por donde se quiera ver, ¿no ha dado bastantes muestras de apertura al diálogo a la concertación frente a la prepotencia pérfida de Prefectos, Comités Cívicos y ahora las Cortes Electorales Departamentales? ¿Podemos seguir creyendo en una reconciliación pacífica entre pobres y ricos? Cuando la demanda de los pobres, representados por Evo Morales, es tan modesta como ser pan techo y trabajo. Después de tanta violencia generada por esta derecha inculta y grosera, en contra de la sociedad civil, sobre todo de los más pobres del campo y la ciudad. Después de tantas obscenidades absolutamente desatinadas, carentes de cualquier principio moral y de respeto al ser humano: ¿alguien podrá objetarnos si tomamos la violencia revolucionaria, absolutamente necesaria para la redención del hombre y su liberación definitiva? Como el último recurso, que nos queda, para la destrucción completa de esta vieja sociedad, donde unos pocos tienen todo y los más no tienen nada. Y, crear una sociedad más igualitaria, sin exclusiones de ninguna naturaleza. No, porque nos guste la violencia; sino, porque esta derecha ciega y sorda con todo su aparato ideológico (medios de comunicación social) y de choque (unión juvenil cruceñistas, jóvenes por la democracia, etc. etc.) nos llevó a este callejón sin salida.
El debate esta puesto sobre la mesa.

No hay comentarios: