lunes, 12 de mayo de 2008

Editorial

La hora de las definiciones II

Bolivia hoy da que hablar, como diría mi vieja. Ante la situación creada, que sin solución de continuidad comenzó a darse ni bien Evo evitó las cooptaciones lanzadas por el imperialismo yanqui y sus agentes y que tuvo su punto más álgido el último 4 de mayo, multitud de analistas, pensadores, opinadores y conocedores se lanzaron a la tarea de esclarecer sobre la situación de este país mediterráneo. Diversas teorías y proyecciones han puesto a Bolivia en el tapete de lo que ocurre en la región: Alianzas partidocráticas, contraalianzas entre empresarios y políticos, mentirillas o verdadillas sobre fracturas castrenses, internas oficiales, etc., sazonan las comidillas políticas y alimentan a una masa cada vez mas ávida de lectores que, algunos hasta ayer, ignoraban las heroicidades y dignidades de un pueblo olvidado y ocultado desde hace décadas.
Y bien. Nosotros, que estamos al pie del cañón desde hace tiempo, no nos extrañamos de los acontecimientos que se suceden ni nos amilana el futuro, presagioso, aunque a veces oscuro, que se proyecta por doquier.
No elaboraremos ahora análisis sesudos ni proyecciones estratégicas, puesto que ya hay muchas rellenando páginas de Internet y papel. Sólo repetiremos algunas verdades que ya han sido dichas en nuestro boletín y diremos que:

- La lucha de clases en Bolivia signa la confrontación entre regiones, etnias, proyectos, etc. La lucha de pobres contra los ricos, en última instancia, constituye la contradicción social principal en lo que hace a todo lo que ocurre en Bolivia. El gobierno boliviano de Evo Morales representa a las masas de pobres de la ciudad y el campo que vienen a cobrarse por los mas de 500 años de represión, opresión y explotación sufridos, y que en forma consciente o todavía inconsciente proponen como destino social organizativo del país al socialismo. Esto es: socialización de la propiedad privada de los grandes medios de producción, Estado de nuevo tipo que represente a los oprimidos y explotados del país, organización y preparación para la defensa de las masas obreras y populares con el fin de que, junto a las viejas instituciones del Estado burgués, garanticen el traspaso a la nueva sociedad del poder.
- El imperialismo norteamericano y la burguesía cruceña- pero también la no cruceña, aunque parezca reduccionismo- se han dado a la tarea de socavar el poder popular, derrocar al gobierno de Evo Morales e instalar un régimen reaccionario que, de tener inicio en Bolivia, afectaría a Venezuela, Ecuador, Nicaragua y otros países que, sin haberse planteado el socialismo ni un Capitalismo de Estado en transición a él, no comulgan con la hegemonía estratégica de los EE.UU. y sus aliados reaccionarios en Indoaméricalatina.
- El gobierno de Evo, atado a los vaivenes de la democracia burguesa- que la burguesía crea cuando le conviene y voltea cuando le viene mal- ha dejado la iniciativa política a sectores golpistas. Amparándose en nimiedades como la “lucha contra el centralismo”, la “capitalización”, las “autonomías”, la “defensa de la propiedad”, etc. estos conspiran todo el tiempo para voltear “al indio” y castrar a tiempo la revolución boliviana.
- El Referéndum Revocatorio de mandatos- que sigue al Referéndum Autonómico del 4 de mayo- primero resistido y ahora aprobado entre gallos y medianoche por la derecha reaccionaria del país, es otra jugada de estos sectores golpistas para ganar tiempo, seguir tocando las puertas de los cuarteles, acumular apoyos en el exterior, lanzar la pelota para adelante y recurrir a cualquier cosa que contribuya a hacer posibles sus objetivos de terminar con Evo y retrotraer la situación de Bolivia al neoclasicismo económico, reaccionarismo político y autoritarismo militar que signó al país por años.

El diálogo y las concesiones a los golpistas reaccionarios del oriente y sus socios imperiales han determinado una situación de doble poder difícil de conjugar. Sólo la solidaridad activa internacional, la organización de masas interna, su armamentización, la formación de cuadros y la homogeinización del partido gobernante y sus aliados en función de un proyecto revolucionario a concretarse en el pequeño, mediano y largo plazo en el marco del socialismo permitirá romper el doble poder, ratificar lo que el pueblo ganó en las urnas el 18 de diciembre del 2005, consolidar las conquistas nacionales/sociales logradas, unificar el frente interno, permitir a los obreros y campesinos originarios y no originarios conducir hacia la victoria a los sectores medios y pueblo en general, incluidos militares patriotas y sentar las bases para la continentalización de una revolución que se inició para alcanzar y consolidar la victoria.

Bolivia es indoaméricalatina y su destino revolucionario está vinculado al destino de todos nuestros pueblos oprimidos y saqueados por el imperialismo y sus sirvientes locales. En Bolivia se juega el proyecto de nación continental socialista; de nación soberana, digna e independiente frente a los poderosos del mundo. El Che no ha muerto en vano, siempre lo supimos. Su figura signa una Bolivia altiva y rebelde que todos deberemos defender, sin cortapisas ni dudas, del enemigo que la golpea.

Jallalla Bolivia, Jallalla Argentina!
Venceremos!

Jorge Luis Ubertalli

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