(Por la consolidación y la profundización
del proceso de cambios)
(29-03-08)
Camaradas, hermanos, compañeros y amigos:
Vivimos momentos de una grave crisis institucional y política que deriva en una pérdida de autoridad del gobierno más democrático de la historia nacional, en cuanto a inclusión social. Los sectores reaccionario-fascistas y conservadores han logrado bloquear los procesos de cambio y están intentando volcar la correlación de fuerzas sociales en su favor a través de una serie de operaciones de carácter político, mediático, económico y psicológico.
Antecedentes y referencias.
El imperialismo norteamericano ya ha realizado en varias regiones del mundo agresiones, invasiones, complots y conspiraciones que han derrotado largos procesos revolucionarios, socialistas y populares e incluso simplemente nacionalistas. Ha logrado la desintegración de grandes Estados multinacionales que constituían adversarios a su dominación mundial o finalmente ocupado a otros. Los casos son muy conocidos: La Unión Soviética , Yugoslavia, Checoslovaquia, Irak, Afganistán, Palestina, etc. Irán, República Popular Democrática de Corea, Bolivia, Venezuela, Ecuador y desde hace años Cuba, se encuentran en la lista de los próximos objetivos de sus políticas genocidas. Ha logrado mediatizar la gran insurgencia de los pueblos del África y del Asia que se levantaron vigorosamente en el siglo pasado; finalmente ha conseguido, en una palabra, desbaratar temporalmente, la gran oleada revolucionaria del siglo XX. Sin embargo, las luchas antiimperialistas han continuado incesantemente.
Provocaciones fascistas.
Los planes conspirativos se inician en todas partes del mundo del mismo modo. Se provocan muy fácilmente hechos violentos con toda clase de motivos reales o supuestos para crear condiciones generales de inseguridad, tensión, miedo y crisis de carácter generalizado. Marchas de “pacifistas”, mítines en los centros privilegiados de las ciudades importantes, huelgas de hambre; bloqueos pagados de carreteras y avenidas con motivos insustanciales que nada tienen que ver con reivindicaciones sociales; utilización de legítimas necesidades que son magnificadas por la propaganda manipulada; trabajo sistemático para amedrentar a las capas medias, proclives a volcarse a posiciones oportunistas. En fin, confrontamos una serie interminable de provocaciones para desgastar al gobierno, desprestigiar el proceso de cambios y volcar a favor de la reacción la correlación de fuerzas que es la esencia de la política.
Organizaciones y personalidades que promueven la conspiración contra Bolivia.
La conspiración antinacional tiene en Bolivia operadores visibles: el Comité Cívico de Santa Cruz aparece como el Estado Mayor de la confabulación y punta de lanza del complot; los comités Cívicos del Beni, Pando y Tarija, coadyuvados por los de Chuquisaca y Cochabamba; las prefecturas de la “media luna”. Branko Marinkovic, Rubén Costas, Mario Cossío, Manfred Reyes Villa, Suárez, José Luis Paredes y paramilitares conocidos como Moisés Chiriqui, son las personalidades que encabezan la conspiración. Por otra parte y en un segundo plano se encuentran los partidos políticos tradicionales de derecha y sus dirigentes, Jorge Quiroga, Samuel Doria Medina, los desacreditados dirigentes del MNR, e indigenistas resentidos. que han perdido protagonismo empero suman sus fuerzas esmirriadas al complot subversivo.
Estructuras paramilitares y nazi-fascistas que organizan la conspiración.
Las estructuras militarizadas y paramilitarizadas son múltiples. En primer lugar aparece la tristemente célebre “Unión Juvenil Cruceñista”, que dice contar con miles de “combatientes”, luego están grupos de mercenarios extranjeros, especialmente colombianos y brasileños que tienen como ocupación principal el resguardo físico de los latifundios de los “logieros”, tierras usurpadas a los campesinos e indígenas orientales. Grupos de “hijitos de papá, falangistas, neonazis, delincuentes comunes y otros resucitados. Agentes encubiertos de la CIA actúan manipulados por USAID y USIS y otras agencias que proporcionan formación paramilitarizada y dinero en abundancia.
Los medios de prensa y sus actividades subversivas.
El control de los medios de comunicación es casi total por parte de la derecha reaccionaria. Los medios de censuran, se autocensuran, dicen medias verdades, manipulan y hasta puede decirse asesinan a la verdad. Esto sucede con la mayoría aplastante de los canales de televisión y las radios de largo alcance, en especial con algunos medios como Panamericana y Fides, canales 2, 9, 11, 36, 39 y otros. Los principales programas tienen un profundo contenido político reaccionario, mimetizado por una aparente “neutralidad”. No debemos esperar que los medios apoyen el proceso, pues responden a los empresarios que les imponen a los periodistas una línea acorde con la defensa de sus intereses oligárquicos. El canal estatal que debe responder a la política del Gobierno, tiene periodistas oportunistas y proclives a la derecha.
Las operaciones psicológicas.
Las operaciones psicológicas, en las que tienen profesionalidad los esbirros de la CIA , se refieren como es costumbre a aquella que ha hecho del “comunismo” el enemigo principal; ahora es el “indigenismo” que supuestamente va a “quitar” las propiedades privadas, las casas a los propietarios, sus negocios a los comerciantes. La guerra económica, el alza de los precios de artículos básicos ocasionado por los grandes latifundistas y empresarios del oriente; el racismo que siendo una práctica derechista es atribuido al Gobierno, el avance entre las clases medias que se sienten “agredidas” por los indios y, finalmente, un regionalismo primitivo, constituyen una trama de hegemonía ideológica que se traduce en una dominación en el terreno político propiamente dicho.
La intervención norteamericana.
Para nadie es un secreto que la Embajada Norteamericana financia, asesora, aconseja, y dirige la conspiración. Sus dependencias prestan todos los elementos necesarios para facilitar y coadyuvar en el complot. USAID y USIS son los operadores directos de la conspiración. Siguen funcionando sin ningún control los servicios de “inteligencia” operados por la Embajada en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
El Poder Judicial y el Poder Legislativo.
La derecha ha obtenido el control del Poder Judicial. Abogados mediocres y corruptos manejan colegios, magistraturas, vocalías, judicaturas y personal subalterno para ponerlo al servicio de la conspiración. El control del Poder Judicial, le permite a la derecha tener el reconocimiento “jurídico” de todos sus atropellos, como los cometidos contra la propia Asamblea Constituyente y las personas de sus componentes. Casi todos los recursos ordinarios o extraordinarios salen a favor de la oposición en nombre de una “institucionalidad” que no existe. El Senado controlado por la derecha es un freno a cualquier iniciativa legislativa y constitucional, favorable a los intereses populares.
1. Conclusiones.
1.1. Un proceso de guerra declarada. En resumen, en Bolivia vivimos ya prácticamente una guerra declarada desde la media luna contra el proceso de cambios que desconoce al gobierno como legal y legítimo y por lo tanto la desobediencia civil ya es un hecho consumado.
1.2. La guerra de baja intensidad. El complot tiene el carácter de una guerra de baja intensidad dentro de los términos de la ideología norteamericana de agresión a los países o gobiernos que no son de su agrado.
1.3. Es evidente la debilidad ideológica y política del gobierno. El Gobierno del MAS parece ignorar la gravedad de los acontecimientos. El oficialismo permite que cualquier opositor insulte, falte al respeto, denigre y ofenda a los dignatarios de Estado que, al no tener la autoridad sobre los mecanismos legales de represión de los delitos como los de sedición, desacato, éstos quedan en la impunidad.
1.4. La conspiración antipatriótica, el complot reaccionario fascista tiene dos objetivos principales que pueden ser alternativos:
Provocar el total desprestigio del gobierno para derrocarlo mediante la violencia o, en su caso, “pacíficamente” mediante el acortamiento del mandato o la renuncia del Presidente.
Dividir o balcanizar Bolivia por lo menos en dos Estados: Uno oriental como base de operaciones del Ejército yanqui y como colonia de obtención de recursos naturales como petróleo, gas, agua, bosques, y otro andino y restringido a la parte occidental del país. Los referendos sobre los estatutos autonómicos departamentales tienen el fin fundamental de ejecutar la desintegración del país.
Con el fin de derrotar el complot subversivo, los pueblos de Bolivia, sus obreros y proletarios, sus campesinos e indígenas originarios, sus clases medias empobrecidas, sus intelectuales patriotas, sus estudiantes no contaminados, sus mujeres y madres, sus ancianos, sus niños y sus adolescentes, todos, todos los bolivianos que aman a su Patria y que no quieren verla convertida en un conjunto de estadillos miserables, sino en una parte de la Gran Patria Latinoamericana, convergemos en un poderoso y creciente Frente Popular Revolucionario antifascista y antiimperialista que propone como objetivo primario del momento: derrotar a la ofensiva fascista del imperialismo criminal.
Recordando a nuestros grandes héroes y mártires: Los hnos. Katari, Tupak Katari, Bartolina Sisa, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, Juana Azurduy de Padilla, Jaime Zudañés, Pedro Domingo Murillo, José Miguel Lanza, Esteban Arce, Eustaquio “Moto” Méndez, Manuel Isidoro Belzu, Andrés Ibáñez, Aptiguai Tumpa, Ignacio Miuba, Zárate Wilka, Federico Escóbar, Rosendo García, Ernesto Che Guevara, Moisés Guevara, Coco Peredo, Inti Peredo, Mauricio Lefevre, Marcelo Quiroga Santa Cruz, Roberto Alvarado, Carlos Flores, Luís Espinal, y otros proclamamos rotundentemente:
¡Luchar por la consolidación y profundización del proceso de cambios!
¡El Fascismo separatista, racista y regionalista, no pasará!
¡La izquierda se une en defensa de la Patria !
¡VIVIR Y LUCHAR POR EL PUEBLO!
La Paz, Bolivia, Territorio libre de fascismo.
1er. Encuentro Nacional Antifascista.
29-03-08.
lunes, 7 de abril de 2008
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