lunes, 12 de noviembre de 2007

Chávez le ratificó a la oligarquía que las revoluciones quieren paz


Chile, Agencia Bolivariana de Noticias, 10 de noviembre del 2007
Santiago de Chile, 10 Nov. ABN.- El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, le ratificó a las oligarquías que los revolucionarios no quieren guerra, sino la paz, quieren hacer los cambios y las transformaciones en paz. No obstante, le advirtió a esta oligarquía que no se equivoque, “porque nosotros somos soldados y los pueblos que han desertado y que siguen despertando están dispuestos a defender su patria, su sueño y su proyecto”.

El señalamiento lo hizo el Jefe de Estado en su discurso durante la clausura de la Cumbre por la Amistad y la Integración de los Pueblos Iberoamericanos, acto efectuado este sábado en el Velódromo del Estadio Nacional de Chile. “Si alguno de nosotros (los presidentes progresistas) nos llega a pasar algo producto de la mano asesina de los yanquis y pitiyanquis, si las oligarquías de América Latina logran cerrar el camino pacífico por el que estamos impulsando la revolución, sepan que comenzaron a tronar los fusiles y las ametralladoras, porque estamos dispuestos a tener patria o a morir en el camino”, expresó.

Chávez recalcó que la aspiración es lograr una patria nueva en paz, con un sistema distinto al capitalismo, que permita lograr la inclusión, la igualdad y eliminar la pobreza y la miseria, dándole poder la pueblo. Se refirió a cómo en la propuesta de reforma constitucional venezolana el Poder Popular pasa a ser uno de los poderes del nuevo Estado bolivariano, “lo que más preocupa a la oligarquía de Estados Unidos'.

“La democracia representativa, la falsa democracia de las élites, nos vienen hablando desde hace mucho del Poder Legislativo Judicial, Ejecutivo y ha sido un sistema que le ha permitido a las élites quitarle al pueblo todo poder, expropiar al pueblo, manipularlo. Esas fueron las élites que arremetieron contra Salvador Allende, el pueblo chileno, contra Cuba, contra la Revolución Bolivariana y la revolución sandinista”, subrayó. Por eso, el Presidente insistió en que la unidad debe ser la divisa para todos los movimientos populares revolucionarios de la izquierda, nacionalistas, contrarios no al internacionalismo, sino al imperialismo y al colonialismo que eliminan la soberanía de los pueblos. Instó a convertir las letras en acciones, al mencionar el Manifiesto de Santiago, producto de la XVII Cumbre Iberoamericana finalizada este sábado, “porque es hora de las acciones, de la unidad, de la ofensiva, es una nueva hora, un nuevo amanecer, es hora de ataque, de batalla”. Indicó que hace 500 años llegaron a la región los barcos conquistadores de Europa: “Hace 500 años comenzó lo que algunos llaman la civilización de este continente, pero realmente fue el genocidio más grande que se recuerde en la historia de las naciones y los pueblos”. “Quiero rendir tributo a los pueblos aborígenes de nuestra América, nuestro abrazo solidario y revolucionario tras 500 años de batalla, de resistencia”, manifestó.

En esta parte de su discurso, Chávez destacó la labor que realiza el presidente de Bolivia, Evo Morales, con su pueblo, en esa misma batalla frente a la agresión del imperialismo y de la oligarquía boliviana que quiere frenar la revolución en ese país. El Presidente venezolano también recordó que en los primeros años del siglo XIX fueron erupcionando volcanes, rebeliones, hasta que hizo erupción el gran volcán de la revolución, la independencia suramericana, centroamericana. “Hace 200 años se inició un amanecer por todas estas tierras, los pueblos organizados y organizándose comenzaron a batir banderas y espadas contra el imperio español”, señaló.

Apuntó que hoy se cumple la profecía de Pablo Neruda, ya que Simón Bolívar despierta hoy, porque han despertado los pueblos. “Todos somos compatriotas bolivarianos. Venezuela es mi patria pequeña, pero toda esta es la patria grande. Tengamos conciencia de ello, porque sólo así lograremos darle forma concreta a esa gran patria y cortar para siempre las cadenas que nos siguen sujetando a los nuevos imperialismos, a los pitiyanquis y a las burguesías de estas tierras, a la dictadura capitalista global que mantiene nuestros pueblos en ese coloniaje”, advirtió. Chávez Frías resaltó que el siglo XXI llegó como una nueva oportunidad para triunfar en la materia: “Estamos llamados a la victoria, obligados a la victoria para dejarle a nuestros hijos y futuras generaciones una verdadera patria grande y libre, independiente, donde haya igualdad, justicia social, bienestar y la mayor suma de felicidad posible para todos, sin privilegios, ni exclusiones”.

Manifestó sentirse seguro de que los pueblos de América continuarán incorporándose a esta batalla, construyendo poder popular, unidad, proyectos, alianzas y a manera de ejemplo, citó el caso de la Alternativa Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (Alba). “En Venezuela hemos levantado las bandera del socialismo, reivindicamos las luchas por este sistema, mediante una revolución democrática con las particularidades venezolanas. Continuaremos abriendo esos caminos junto con Bolivia, Cuba, Nicaragua y otros pueblos”, afirmó.

Buenos Aires, 11 de noviembre (Página 12)

El rey Juan Carlos no tuvo una buena semana. Luego de tener que escuchar las farragosas explicaciones del lado
argentino y uruguayo por el fracaso de su facilitación en el conflicto de las papeleras, se vio envuelto junto con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero en una doble disputa con el bolivariano Hugo Chávez y con el nicaragüense Daniel Ortega. Acompañado por un gestito con el canto de la mano, el rey terminó gritándole al venezolano: “¿Por qué no te callas?”. Y se retiró del cierre de la Cumbre Iberoamericana en Chile ante las críticas de Ortega. “Será rey, pero no me puede hacer callar”, dijo Chávez. “Espero que sea la ultima vez”, se quejó Zapatero, quien inesperadamente tuvo que defender al ex presidente José María Aznar. Para colmo de males, su ex contrincante lo llamó para agradecerle.

Aznar fue a Venezuela la semana pasada y se despachó, como de costumbre, contra Chávez y la reforma constitucional. El venezolano no es de guardarse las respuestas y aprovechó para devolverle la cortesía en su discurso en la cumbre: “El entonces presidente de España, un fascista a toda la carta, ahora es jefe del club de ex presidentes que agreden”, le regaló. “Néstor, no te sumes a ese club”, le pidió a Kirchner, quien sonrió. Las quejas de la diplomacia no se hicieron esperar.

Todo parecía que iba a quedar en protestas y contraprotestas hasta que en el cierre de la Cumbre , ayer, Chávez relató una conversación con Aznar, donde el español le ofrecía sumarse “al club del primer mundo”. “Yo le hice una preguntita. ‘Mira, Aznar, ¿tú que opinas de Haití, de Centroamérica y de Africa’. Me respondió: ‘Esos se jodieron’. Ahí mostró todo el rostro horrible del fascismo y del racismo”, sostuvo Chávez, quien lo acusó de haber respaldado el golpe de Estado de 2002. Allí se cruzó con Zapatero y con Juan Carlos, que estaban sentados a escasos metros de él. “Se puede estar en las antípodas de una posición ideológica, no seré yo el que esté cerca del ex presidente Aznar, pero el ex presidente Aznar fue elegido por los españoles, y exijo...” planteó Zapatero.
–¡Dígale a él que respete! –lo interrumpió Chávez.
–Exijo que tú..., un momentín... –intentó continuar el español, abriendo su palma en señal de que esperara.
–Dígale lo mismo a él.
–Exijo ese respeto, por una razón, además...
–Dígale lo mismo a él, presidente.
–Por supuesto...
–Dígale lo mismo a él.
–¡¿Por qué no te callas?! –intervino el rey, fuera de sus casillas.

Sin éxito, la presidenta chilena Michelle Bachelet intentó llevar cordura a la discusión que se había suscitado. “Por favor, no hagamos diálogo. Han tenido tiempo para plantear su posición. Presidente, termine”, le pidió a Zapatero. Pero Chávez volvió a la carga:
–Podrá ser español el presidente Aznar, pero es un fascista y es un...
Pero el micrófono ya había sido apagado, había vuelto a Zapatero, quien insistió: “Presidente Hugo Chávez, creo que hay una esencia y es que para respetar y para ser respetado, debemos procurar no caer en la descalificación. Se puede discrepar radicalmente de las ideas, denunciar los comportamientos, sin caer en la descalificación”, le planteó.
“El gobierno de Venezuela se reserva el derecho a responder cualquier agresión en cualquier lugar, en cualquier espacio y en cualquier tono”, zanjó Chávez, en el minuto que le cedió el nicaragüense Daniel Ortega. Tanto Ortega como el vicepresidente cubano Carlos Lage lo apoyaron.

Ortega también dejó su postal en el álbum de (malos) recuerdos que tendrán los españoles de esta cumbre. Les enrostró el papel de las empresas españolas en Nicaragua, y puso como ejemplo a la eléctrica Unión Fenosa, que tiene una deuda de 50 millones de dólares con el Estado. “Son una mafia. Es una estructura mafiosa, con tácticas gangsteriles dentro de la economía global de las que son víctimas nuestros países”, les planteó, mientras el rostro de Zapatero se convertía en un mapa de su incomodidad. “Compraron mediante actos de corrupción las empresas generadoras que estaban en buen estado, donde podían sacarles utilidades y ganar lo que estaban dando por la empresa en un año”, sostuvo.

Ortega también cuestionó al embajador español en Nicaragua. “No creo que esa sea una política del gobierno español, pero la realidad es que lo que ha hecho el embajador de España es convocar a las fuerzas de derecha para unirlas para que no triunfara el frente sandinista”, les dijo el presidente de Nicaragua, quien no se privó de recordarles los bombardeos estadounidenses de abril de 1986 a Libia donde murió la pequeña hija del presidente Omar Kadafi. “El territorio español fue utilizado para bombardear la residencia del presidente. España se prestó solícitamente a la política de los yanquis de bombardear y matar niños”, les refregó. Por las dudas, les recordó que para esa época “ya no estaba Franco”. El rey español no le pidió esta vez que se callara, porque ya se había levantado y había enfilado hacia la salida.

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