Editorial

Si Patria es Humanidad, Bolivia es también nuestra Madre

En los prolegómenos del Segundo Aniversario de nuestro Boletín, nacido el 11 de marzo del 2006, y luego de mas de quince días de trajinar en eso de aprender, enseñar, compartir alegrías y preocupaciones, entreverarnos con entrañables compañeros y compañeras y entremezclarnos con un pueblo humilde y altivo que, estandarte, chicote y dinamita en mano hacía valer sus derechos frente a un puñado de tribunos que se rehusaban a consagrar la voluntad popular, partimos desde La Paz hacia nuestro Buenos Aires.
Allí quedó un gran puñado de nuestra ternura y gratitud. De nuestras emociones y esperanzas renovadas. Allí quedaron los incansables y solidarios compañeros Antoñito, Emi, Víctor, Christian, Giovanna, Carlos y su compa, Tami, Gustavo, Pepi, Julio, Fernandita y su barra, Mire, Juan y los entrañables Antonio y María Martha, entre otros, a los que ya consideramos nuestros hermanos. También los compañeros cubanos que practican su internacionalismo devolviendo la vista a los que la merecen y les fue negada por la mercantilización capitalista. Y también los legendarios del núcleo de acero, heroicos combatientes por la liberación y el socialismo : el Che, Inti, Coco y otros elenos siempre presentes cuya bandera hoy levantamos y levantaremos humilde, tenaz y consecuentemente hasta llevarla a la victoria continental.
Allí quedó el jefe Evo, con sus intuiciones y el cuerpo y el alma erguidos, y todo un pueblo que vibra en su sencillez, valentía y deseos de poner patas arriba una historia de padecimientos, ahora y siempre en nuestros corazones.
Como escribimos una vez, asumimos así nuestra Bolivia Madre y Madre Bolivia, que conocimos en Buenos Aires: “ Mi vieja nació en Bolivia/ sigún siempre me contó;/ a su madre conoció/ pero a su padre no pudo/porque el trabajo muy rudo/ de minero, lo mató. /Fue en Potosí- me decía/ donde perdí al papacito/ Era una imillita, hijito/ cuando en la mina cayó./ Mamacita lo contó/ mientras molíamos maicito./Después no tuvo que hacer/ en las tierras de katari./ No hay aguacero que pare/ cuando el pobre es el mojado./ Sin ayuda y ni un centavo/vinieron pa’ estos lugares./ ¡ Que dulzura que tenía/mi vieja para tratar!./ Siempre hablaba sin gritar/ como güena boliviana./ ‘Hijito- decía- a tu hermana/ debes honrar y cuidar”./ Yo siempre la he de escuchar/ a mi vieja hablar bajito:/ Diciéndome a mi ‘mi hijito’/ y ‘papacito’ a papá./ Era costumbre en mamá/ la de hablar en chiquitito./ Pero era dura pa’ andar/ ofreciendo en los rincones/ papas, ajies y limones/ incluso abajo del agua/ para comprarle a sus guaguas/ polleras y pantalones”.
Desde y con esta Bolivia salimos hacia allá y regresamos. Esta Bolivia que nos contiene en el marco de la revolución de un continente pueblo que ya sabe como morder la mano del amo, despreciarlo y combatirlo como se debe.
Si Si Patria es humanidad, Bolivia es nuestra Madre. Desde aquí la servimos y la cuidamos de las garras imperiales, así como a nuestra Argentina. Y a nuestros compañeros y hermanos que allí dejamos les decimos: ¡Hasta pronto, siempre juntos en la lucha!
Hasta la Victoria Siempre !

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