lunes, 24 de marzo de 2008

Editorial y nota de tapa

1967- 25 de marzo- 2008


ANIVERSARIO


Al calor del combate de esa noche del 22 de marzo de 1967 en Ñancahuazu, los guerrilleros dirigidos por el Che habían logrado una importante victoria. Luego de unos minutos de fuego graneado y producto de una emboscada tendida al enemigo, éste decidió rendirse dejando algunos muertos y heridos. La fuerza popular combatiente, compuesta por seis bolivianos- Antonio, Ernesto, Walter, Pablo y Coco- y dos cubanos- Benigno y Rolando- se aprovisionó de 16 mausers, 3 morteros con 64 proyectiles, 2 Bz M52, 2.000 tiros de mauser, 3 subametralladoras Uzi con dos cargadores cada una y una ametralladora Punto 30 con tres cintas. Se tomaron varios prisioneros, entre ellos al capitán Augusto Silva Bogado y el mayor Hernán Plata. Todos, luego de interrogados por Inti, serían puestos en libertad…
Al día siguiente, el Che calificó al 23 de marzo como día de acontecimientos guerreros y trazó un plan de operaciones consistente en avanzar por ambos lados del rio Ñancahuazu.
“El 25 a las 18.30 horas, el Che reunió a la tropa, hizo un análisis de la exploración y su significado, criticó los errores cometidos, tomó las medidas disciplinarias correspondientes y se llegó al acuerdo de darle a la guerrilla el nombre de Ejército de Liberación Nacional de Bolivia…”.
De esta manera, una cincuentena de guerrilleros, jefeados por el Che, fundaron la organización que combatiría a lo largo de varios años y se convertiría en legendario símbolo libertario para las nuevas generaciones. A través de varias vías se hizo conocer el Comunicado Nº 1 del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN), escrito de puño y letra por el Che, titulado: FRENTE A LA MENTIRA REACCIONARIA LA VERDAD REVOLUCIONARIA. De ocho párrafos, el Comunicado iniciaba así: “El grupo de gorilas usurpadores, tras asesinar obreros y preparar el terreno para la entrega total de nuestras riquezas al imperialismo norteamericano, se burló del pueblo en una farsa comicial. Cuando llega la hora de la verdad y el pueblo se alza en armas respondiendo a la usurpación armada con la lucha armada, pretenden seguir su torneo de mentiras”. En los párrafos siguientes la proclama explicaba lo sucedido en la emboscada tendida a las fuerzas de la IV División de Ejército de Camiri el 23 de marzo, daba el número de bajas enemigas y sus nombres y concluía: “Al hacer pública la primera acción de guerra, establecemos lo que será norma en nuestro ejército: la verdad revolucionaria. Nuestros hechos demostrarán la justeza de nuestras palabras. Lamentamos la sangre inocente derramada por los soldados rasos, pero con morteros y ametralladoras no se hacen pacíficos viaductos como afirman los fantoches de uniformes galonados, pretendiendo crearnos la leyenda de vulgares asesinos. Tampoco hubo ni habrá un solo campesino que pueda quejarse de nuestro trato y de la forma de obtener abastecimiento, salvo los que traicionando su clase se prestan a servir de guias o delatores. Están abiertas las hostilidades. En comunicados futuros fijaremos nítidamente nuestra posición revolucionaria; hoy hacemos un llamado a obreros, campesinos, intelectuales; a todos los que sientan que ha llegado la hora de responder a la violencia con la violencia y de rescatar un país vendido en tajadas a los monopolios yankees y elevar el nivel de vida de nuestro pueblo, cada días mas hambreado”. EJERCITO DE LIBERACION NACIONAL DE BOLIVIA.

Morir antes que esclavos vivir

Pocos días mas tarde de ese primer comunicado, el ELN elaboró su primer Manifiesto: El Ejército de Liberación Nacional al pueblo boliviano(1). El documento culminaba con las estrofas finales del Himno Nacional de Bolivia: “Morir antes que esclavos vivir. Vivan las Guerrillas. Muera el imperialismo yanqui y su camarilla militar. Libertad para todos los patriotas detenidos y confinados. Ñancahuazú, abril de 1967. EJERCITO DE LIBERACION NACIONAL.
Mucha agua corrió bajo los puentes revolucionarios y contrarrevolucionarios de aquel entonces. La muerte del Che, de Coco, de Willi, de Tania, de Joaquín, entre otros, golpeó fuerte a todos los militantes internacionalistas de la época. Y también los llenó de alegría la suerte corrida por algunos compañeros, que lograron llegar hasta Chile. No se habían apagado todavía las llamas de un Che victimado el 9 de octubre por orden de la CIA , cuando un 19 de julio, siempre rojinegro, Inti dio a conocer su mensaje “Volveremos a las montañas”, donde se proclamaba que la sangre del Che y las de sus combatientes que regaron los campos de Bolivia “harán germinar la semilla de la liberación” y que “el ELN se consideraba heredero de las enseñanzas y del ejemplo del Che, nuevo Bolívar de América latina”. Al mensaje, que conmocionó a toda Bolivia, le sucedieron nuevos aprestos revolucionarios, victorias y derrotas, caídas de combatientes. Delatados por el agente de la CIA José Gamarra Quiroga, uno mas entre los que pululaban por Bolivia, luego ajusticiado por el ELN, y ya rodeados por fuerzas militares, se suicidaron los elenos Rita Valdivia Rivera y Enrique Ortega, Maya y Víctor, luego de combatir mas de una hora en inferioridad de condiciones. Luego de un segundo mensaje al pueblo boliviano emitido el 4 de septiembre, fue ubicado y cercado por 150 militares en Cochabamba el combatiente revolucionario Guido Inti Peredo, quien resistió mas de una hora de combate, siendo malherido por esquirlas de una granada; fué asesinado mas tarde, sin haberle arrancado una palabra delatora, por una inyección letal. Le siguieron secuestros y torturas a militantes y enlaces del ELN llevados a cabo por policías secretos locales y la CIA. La represión fue feroz. Sin embargo, el 8 de octubre, La Paz apareció iluminada con antorchas que permitían distinguir carteles en donde se leía: “Viva el ELN e Inti Peredo” y “Viva el Che”. El Dr. Herbet Miranda Pereira, torturador de Inti y otros compañeros, y el represor Toto Quintanilla, jefe de Inteligencia del Ministerio del Interior, entre otros, fueron ajusticiados al año siguiente, 1970, por comandos del ELN. El 20 de julio de ese año, dirigidos por Osvaldo Chato Peredo, combatientes elenos emitieron otra declaración de regreso a las montañas de Teoponte y tomaron las instalaciones de una compañía minera norteamericana y a dos rehenes alemanes, que fueron intercambiados por 10 combatientes revolucionarios presos. El general Ovando, a la sazón presidente de Bolivia, intimó a los alzados a rendirse. Ocho de ellos se entregaron y fueron asesinados, a la vez que se bombardeaba la zona guerrillera con NAPALM traído de los EE.UU.. Estas acciones mostraron al mundo el instinto criminal de aquellos cebados por el imperialismo y la oligarquía local. Represiones, torturas y asesinatos jalonaron la decisión combatiente de liberar a Bolivia del opresor y explotador. El Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, a pesar de los agoreros y anunciantes de su aniquilamiento, no había muerto, y seguiría aportando su cuota de héroes y mártires en pos de la liberación de Bolivia, del continente y el socialismo. Las dictaduras de Banzer, de García Meza y otros supieron de la entrega de estos combatientes que, junto a todo el pueblo boliviano, resistieron todos los intentos de amordazar, sojuzgar y oprimir las masas herederas de Tupaj Katari, Bartolina Sisa y Tupaj Amaru.

Proyecciones

La obra y el ejemplo del Che y sus combatientes signaron la vida política de Bolivia desde el inicio de sus actividades revolucionarias. Levantamientos populares, huelgas, movilizaciones obreras, campesinas, originarias, estuvieron signadas por el recuerdo vivo de los elenos de las distintas épocas y su jefe, el Guerrillero Heróico victimado en La Higuera el 9 de octubre de 1967. En los años noventa y a principios del nuevo siglo Bolivia se sacudió en sus fibras mas hondas. Marchas desde el Oriente, Guerra del Agua, del altiplano paceño, del Gas, fueron los hitos del movimiento telúrico ancestral por su liberación. Hasta que el 18 de diciembre del 2005, Evo cosechó el 54% de los votos y se alzó con el triunfo popular que hoy signa la vida política boliviana.
En su discurso inaugural del 22 de enero del 2006 en el Palacio Quemado, dijo: “Yo estoy convencido, si este nuevo parlamento que es producto de las luchas sociales responde al pueblo boliviano, este parlamento será el ejército de la liberación nacional, este parlamento será el ejército de la lucha por la segunda independencia. Por eso tienen una gran responsabilidad de garantizar las transformaciones profundas, y si no pueden acá, seguirán siendo los movimientos sociales, el movimiento indígena que sigan luchando por esa segunda independencia de nuestro país”.
Hoy, el parlamentarismo le sirve a la reacción para no aprobar leyes y boicotear de mil maneras el proceso de cambio. Y aunque logra a través de su funcionamiento poner palos en la rueda al gobierno legalmente constituido de Evo, quisiera desprenderse de ese lastre de la legalidad burguesa para apelar sin cortapisas al golpe de Estado y la intervención extranjera. Por ello los tribunos entregadores viajan hoy, como lo hace el senador Oscar Ortiz, presidente del Senado boliviano, a la Argentina y Brasil, buscando apoyo parlamentario y oficial para sus planes separatistas y contrarrevolucionarios. Por ello hablan de democracia y apuestan a la antidemocracia y el racismo. Por ello, en complicidad con cívicos, prefectos y empresarios, apuestan a “voltear al indio”, apelando a la “guerra económica” y la “guerra política”, ambas coauspiciadas y cofinanciadas por la CIA.
Ante esta actitud, y dentro de las nuevas coyunturas y momentos políticos, ese Ejército de Liberación Nacional, esa masa de obreros, originarios, campesinos sin tierra, intelectuales, militares patriotas; ese pueblo de Bolivia que ha hecho carne mas de una vez la consigna “ Morir antes que esclavos vivir”, vuelve a las montañas, hacia sí mismo, hacia sus picos elevados, valles, selvas y ciudades, a afirmar la vigencia de sus héroes y mártires, caídos por la liberación nacional y social de la Patria.
Otra vez los elenos, ahora millones, empuñan a Bolivia como una sola y valerosa madre para enfrentar al imperialismo y la burguesía en cualquier terreno.
“…Acuérdense que la revolución es lo importante y que, cada uno de nosotros solo, no vale nada. Sobre todo sean capaces de sentir en lo mas hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad mas linda de un revolucionario”- escribió el Che a sus hijos Hildita, Aleidita, Camilo, Celia y Ernesto como legado.
Ahora, entre los rostros dispares y anónimos, Che, Coco, Inti, Tania, Chino, Willi, Joaquín, Loro, Antonio, Arturo, Braulio, Eustaquio, Marcos, Miguel, Moro, Negro, Pacho, Ricardo, Rolando, Félix, Tuma, Darío, Chapaco, Polo, Serafín, Walter, Víctor, Benjamín, Moisés, Julio, Pablito, Pedro, Ñato, Raúl, Aniceto, Carlos, Imilla, Maya, Benjo y los tantos otros, símbolos del internacionalismo revolucionario, siguen dando voces y ánimos por siempre.

Jorge Luis Ubertalli


(1) Se han consultado, entre otros, los siguientes volúmenes: “El Gran Rebelde- El Che Guevara en Bolivia”, de Luis J. González y Gustavo Sánchez Salazar- Comité Bolivia de Recordación del 40 Aniversario del Asesinato de Ernesto Che Guevara, Fundación Che Guevara, 2007; “De Ñancahuasú a La Higuera ”, de Adys Cupull y Froilán González, La Paz , 2007; “ La CIA contra el Che”, de Adys Cupull y Froilán González, Editora Política, La Habana , 1992

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