martes, 18 de diciembre de 2007

Editorial y Nota de Tapa

Furgones de cola

Coincidencias y secesiones

El conato separatista de la oligarquía cruceña y sus aliados de la “media luna” en Bolivia y su amplia difusión por los medios de información locales y extranjeros es una perla mas, y solo una aunque sea la mas oscura, en el océano de las conspiraciones imperialistas. Furgones de cola del hegemonismo norteamericano y sus socios- adversarios europeos empresariales, los prefectos, “cívicos” y los “comunicadores” que hablan por su lengua forman parte de la avanzada mediática contra la unidad de Nuestra Indoamérica latina, plasmada en acuerdos, como los del Banco del Sur y energéticos, que involucran a la mayoría de los países de la región. La calumnia y la provocación mediática son a la secesión territorial y el fascismo como el calor a la llama, reales cataclismos que se intentan imponer ora aquí ora allá, en el marco de la nueva distribución de la región teniendo en cuenta los intereses estratégicos del imperialismo norteamericano fundamentalmente, y los de sus ya nombrados socios-adversarios empresariales allende los mares, en la búsqueda de controlar materias primas y energía, entre otros recursos naturales. Hoy es Bolivia la que se halla en la encrucijada que le impone el imperio, aunado a la clase propietaria de los medios de producción y las finanzas, deseosa de derrocar a su gobierno elegido democráticamente y llevar al país la partición con su correspondiente baño de sangre. Pero la marea de agua servida del cipayismo, la entrega y la sumisión al asociado mayor imperialista, sostenida y financiada desde las oficinas públicas y privadas del norte, que amenaza contaminar todas las costas y playas populares, se extiende por toda la región.

En el marco temporal de la anunciada secesión de la burguesía latifundista, agroexportadora y financiera del oriente boliviano, se llevó a cabo hace pocos días la asunción de la nueva presidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Un día antes de su toma de mando, varios presidentes de los países de Nuestra Indoamérica latina, celebrando el nacimiento del Banco del Sur, dieron su apoyo a Evo Morales y a la democracia en Bolivia. Cristina Fernández alabó en ese acto al presidente de Venezuela, Hugo Chávez- calificándolo de patriota- y a Evo, sosteniendo que si había alguien representativo de Bolivia era él.
De esta forma, los secesionistas del oriente boliviano se quedaron solos. Los mensajes de los presidentes latinoamericanos y de los organismos internacionales fueron claros en cuanto al apoyo al gobierno legalmente constituido en Bolivia y a su integración territorial. Pero alguien los sostuvo y los sostiene: el imperialismo norteamericano y compañía.
Así, coincidentemente con el apoyo de la flamante mandataria argentina a Chavez y Evo, y a solo dos días de su asunción, el Departamento de Justicia de EE.UU. montó una burda provocación a su gobierno – que fue denunciada con todas las letras por Cristina Fernández- sosteniendo que, según algunos ciudadanos venezolanos involucrados en una operación de introducción de dinero sin declarar a la Argentina hace unos meses, éste era un aporte “de Chávez” para solventar la campaña presidencial de la hoy presidenta de los argentinos.
Tanto la prensa seria de Argentina como la de Bolivia tomaron la consigna lanzada por el imperialismo y comenzaron la campaña de desacreditación de Cristina, de Chavez y Evo, este último, según sus mandamases, el eslabón mas débil en la cadena soberana y antiimperialista de la región y al que primero hay que pegar, secesionando una parte del país, para dar comienzo al principio del fín de los gobiernos díscolos a los dictados de Washington.

Un tenebroso e hiperdifundido derrotero

Las secesiones de regiones en relación con los intereses del imperialismo norteamericano en la región es tan vieja como su existencia. México( secesionado en su Estado de Texas anexado a EE.UU. a principios del el siglo XIX); la Gran Colombia ( partida en 1903 en relación con el canal de Panamá); Belice( la Honduras británica también arrancada de Guatemala por los padres putativos de EE.UU.), la invasión a Puerto Rico y su anexión en Nuestra Indoaméricalatina y la compra de territorios son algunos ejemplos a tener en cuenta para comprender lo que hoy sucede en Bolivia, y puede suceder en otros países. Siempre, para lograr la secesión, los yanquis se apoyaron sobre sectores locales afines a sus intereses.
El nuevo marco mundial signado por la “globalización” y, fundamentalmente por la situación climática, ha llevado a los EE.UU. a planificar la partición de zonas planetarias en relación con los intereses estratégicos de sus sectores dominantes. Según la publicación Patagonia Argentina (www.patagoniaargentina.8m.net) un informe del Pentágono denominado “ Un cambio abrupto en el escenario climático y sus implicancias para la Seguridad Nacional de Estados Unidos” emitido en octubre del 2003 daría cuenta que por causa de las modificaciones climáticas “EE.UU. perdería capacidad productiva y alimentaria, por sequías, frios y fuertes vientos”. Allí también se sostiene que “se incrementaria el valor geoestratégico del agua dulce” y que ante “la falta de energía( y el amento de su demanda) la energía nuclear sería la fuente energética de muchos países”. En este contexto las élites dominantes en EE.UU. intentan apropiarse indirectamente de zonas planetarias que reemplacen falencias en la producción alimentaria (agua incluida) y energética, no para beneficiar al pueblo norteamericano, cabe decirlo, sino para seguir acumulando capital a costa de las necesidades de todos.
En nuestra zona, las áreas apetecidas, entre otras, serían :- la cuenca del Amazonas y zonas circundantes, que comprende a varios países;- la Patagonia , que contiene a Argentina y Chile. Entre ellas, claro está, se halla el oriente boliviano, rico en producción de alimentos y energía. Cabe destacar también los intentos norteamericanos de secesionar, con ayuda de sus peones locales antichavistas, el Estado de Zulia en Venezuela.
Como cuervo agorero del “cambio”, la prensa vinculada a los grandes grupos económicos y Estados imperiales no podía faltar. Así, en septiembre del 2002, se publicó en el New York Times una nota de su corresponsal en Argentina, Larry Rother, quien se refería a la separación de la Patagonia del resto del país teniendo en cuenta opiniones de personalidades, muchas de ellas sacadas de contexto. En el reportaje titulado “Algunos en Argentina ven la secesión como una respuesta a la crísis económica” (www.argentina.indymedia.org, del 9 de setiembre del 2002) Rother
“entrevistaba” a algunos personajes como Elfo Kruteler, “un profesor de francés
y artista” quien señalaba : “ Si comparamos el area norte del rio Colorado con el area hacia el sur, veremos que ya tenemos dos países separados. Se llevan todo de aquí, nuestro petróleo y gas, madera y minerales, y no nos dejan nada a cambio excepto problemas” (cualquier parecido con las declaraciones de los cívicos, prefectos y organizaciones fascistas de la media luna con respecto al resto de Bolivia es pura coincidencia). Otro de los “entrevistados”, el profesor De Jong desmintió sus declaraciones y dijo que se habían utilizado para forzar “una idea”( de secesión) y agregó: “existen denuncias justamente sobre esa intencionalidad del Departamento de Estado con respecto a favorecer las integraciones regionales a los efectos de un mejor manejo del mundo…”. “La compra de tierras en Argentina y Chile por magnates estadounidenses están relacionadas con un plan del Departamento de Estado para desestabilizar la región…”.
Por último, la nota de Indymedia destaca que “parlamentarios acudieron al doctor Juan Enriquez del Centro David Rockefeller para Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Harvard para fundamentar su iniciativa”( prohibir la venta de tierras privadas y fiscales a extranjeros). “Enriquez, de orígen mexicano, les presentó un informe al respecto y aseguró que ‘ en el futuro la fragmentación territorial cumplirá una función destacada para el reordenamiento global, en cuyo marco es posible que surjan nuevos países en América Latina: en Chile, Argentina y Brasil, específicamente’ ”. ( se le olvidó Bolivia, obviamente. Sánchez de Lozada integra el American Council presidido por David Rockefeller).
En estos días, la prensa seria boliviana, emulando los argumentos y sugerencias de Rothe, “informa” sobre la “autonomía” de Santa Cruz, que coincidirá hoy, 15 de diciembre, con la legal aprobación de la Constitución boliviana, a la que los “orientales” rechazan, según sus voceros no autorizados.
De esta manera, los medios del grupo Líder, entre otros, se dedican a vincular la “autonomía” con los desaciertos del gobierno de Evo y, a la par, a vincular a Chávez, Evo y Cristina Fernández de Kirchner( y su tradición histórica) en relación a lo que “no debe hacerse”.
El escribiente Pedro Shimoshe, en El Deber de Santa Cruz del 14 de diciembre, compara las “malas costumbres y mañas de dictadores” con Hugo Chávez, además de “los métodos histriónicos de Evita Perón, reina del populismo sudamericano”. El Correo del Sur de Sucre, del mismo día, en una editorial (publicada simultáneamente en Los Tiempos de Cochabamba) titulada “La acción de Chávez en la región”, sostiene que “La gestión de la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner se vió empañada a las pocas horas de iniciarse…” por la provocación estadounidense. Tan desinformado está el escriba de turno que sostiene: “los 800.000 dólares descubiertos en el maletín de una persona que viajó a Buenos Aires desde Caracas en vuelo del ente petrolífero venezolano casi simultaneo al de Hugo Chávez, quien llegaba a la misma ciudad para asistir a la toma de posesión”¡!. ¡La posesión del mando supremo de Cristina Fernández fue el último 10 de diciembre y la entrada de la valija con dólares a Argentina fue en la primera semana de agosto!.. Pero sin arredrarse en su ignorancia, propia de quien escribe lo que le dictan, el editorialista sostiene mas adelante que “el hecho cobra notoriedad y hasta carácter de escándalo regional si se toma nota de que a poco del hallazgo de aquel dinero en el aeropuerto de Ezeiza, el aterrizaje de un avión militar venezolano en Riberalta permitió develar que otro viajero uniformado portaba una suma parecida para fines que permanecen en el misterio hasta hoy”. Aunque ya todo el mundo sabe que no había nada de eso en el avión venezolano, ni tampoco armas, el plumífero alimenta la campaña de acción psicológica contra Chávez, Evo y ahora Cristina, mal vista y apretada por los gringos por haber apoyado a los dos primeros en la inauguración del Banco del Sur. La impunidad que cubre al escribiente lo lleva a sostener enseguida que “en ambos casos quedó al descubierto que el financiamiento que Chávez otorga mas allá de las fronteras de su país(…) no se limitan a Bolivia, sino que comprendería a otros Estados- se cita en ese orden a Ecuador y Nicaragua, aparte de nuestro país…”. “En lo relativo a la Argentina ”- lanza siempre el correveidile del norte desde el Sur-“para nadie era extraña la afinidad ideológica- con matices desde luego- entre el personaje de marras(Chávez) y el antecesor al par que cónyuge de la presidenta Fernández…”, agregando que nadie hubiera esperado que “los políticos(argentinos) recibieran dinero contante y sonante de un mandatario extranjero” y culminando con que, “en tal contexto, no es factible descartar que en adelante se sepa de mas aviones y maletines de procedencia venezolana a lo largo y ancho del continente” .
Al siguiente día, en su editorial, El Nuevo Día de Santa Cruz llama nuevamente a las Fuerzas Armadas a desconocer al gobierno legalmente constituido…
Un caso de periodismo serio, responsable y libreempresista.
Sin irle en zaga, el diario La Razón de La Paz titula su edición del 14 de diciembre “Presidenta de Argentina en un escándalo”, en tanto que El Mundo de Santa Cruz titula su editorial con una pomposa y exultante “Autonomía”.
La secesión de los países y la agresión a aquellos que se rebelan contra sus planes constituye el derrotero tenebroso trazado por el imperialismo yanqui en la región, contando con los agentes económico-políticos afines, y sus medios de información, para cumplir sus objetivos. El apoyo a Evo de los presidentes indolatinoamericanos contra los “autonomistas” regionales constituye un apoyo a ellos mismos y sus países, ya que cuando uno sólo de ellos sea desmembrado por la acción imperialista-burguesa, los otros correrán la misma suerte.
La fiera yanqui prepara su zarpazo en Bolivia como inicio de una nueva cacería popular en Nuestra Indoaméricalatina.
Resistir el zarpazo es tarea de todos nuestros pueblos en el marco de la solidaridad activa con su pueblo y gobierno.


Jorge Luis Ubertalli

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