Editorial

Tarda, pero llega

A pesar de los berrinches y actitudes golpistas de la derecha, la revolución boliviana sigue su camino. Ni las imposiciones del extranjero, ni las extorsiones internas, ni el cerco mediático, ni todo el odio de clase y racial del mundo oligárquico burgués a los centenarios desposeídos de Bolivia, parecen torcer el rumbo trazado que, sin demasiada prisa pero sin pausa, sigue.

Ahora le toca al “cívico” Marinkovic, capitoste de la oligarquía terrateniente del oriente medialúnico, dar cuentas sobre sus bienes malhabidos que, una vez expropiados, irán a parar a manos de sus verdaderos dueños: los originarios estafados y esquilmados por la histórica y señera burguesía de horca y cuchillo.

Hoy es Marinkovic el símbolo de la injusticia que se convierte en justicia por la mano limpia del Estado popular y las organizaciones de masas que lo apoyan, lo conforman y lo alimentan.

Por mas que pataleen, que no quieran ser juzgados por sus latrocinios y crímenes, que no quieran someterse a la voluntad de la mayoría soberana del pueblo y su gobierno, los injustos serán derrotados.
La alianza obrero-campesina/originaria, dirigiendo a todo el pueblo patriota y antiimperialista a través de la conducción del gobierno del compañero Evo Morales Ayma, hará mas corto el camino hacia la definitiva liberación que, tarda, pero llega.

Y llega, seguro, ayudada con la mano solidaria de los pueblos indolatinoamericanos y del mundo, que ven en Bolivia el renacer de un nuevo ser colectivo, digno, pujante, antiimperialista.