martes, 16 de septiembre de 2008

Opinión


Ariel Brown

La derecha Boliviana afincada en la media luna juega una de sus cartas decisivas en el enfrentamiento al proceso de cambio que están protagonizando las mayorías populares del país.
En el referendo revocatorio el gobierno consiguió llegar a dos tercios de los votos aumentando en un 13% su apoyo en la elección anterior, creciendo en la media luna opositora y revocando a dos prefectos de la derecha y logrando el apoyo activo del pueblo que se movilizo para asegurar y defender los resultados. Los movimientos sociales hicieron campaña por el SI con recursos propios, en el oriente la población rural y de las barriadas acudió en masa a votar por Evo aun bajo la amenaza de enfrentamientos con grupos de choque fascistas.
La derecha tradicional boliviana organizada en la fuerza Podemos había destrabado la ley de revocatorio que aguardaba su sanción en el congreso hacia un año con el fin de recuperar protagonismo, y englobar los proyectos autonomistas encabezados por los prefectos en un proyecto neoliberal más nacional que supere la inviabilidad de las posturas abiertamente secesionistas.
La debacle de la derecha comenzó antes del referendo, la ruptura entre los caciques regionales y líderes nacionales se hizo evidente. La fuerza Podemos ha sido desarticulada y acaba de perder la legalidad como partido, y figuras como las de Tuto Quiroga han sido opacadas por lideres provincianos sin ninguna proyección nacional.
Las rupturas dentro del frente autonomista organizada en el Conalde (coordinadora nacional democrática) se hicieron visibles en los diarios a escasas horas de conocerse los primeros resultados del referendo, con un Rubén Costas exaltado con su triunfo en Santa Cruz y el resto de los prefectos reconociendo lo ajustado de sus victorias aceptando el dialogo propuesto por el gobierno.
Para evitar esta profundización el Conalde cero filas tras Costas votando un plan de lucha por la devolución hacia los departamentos del dinero del Impuesto directo a los hidrocarburos con el que el gobierno paga planes sociales, con focos en el chaco Tarijeño y la región de Yacuiba con el fin de no perjudicar la muestra empresarial Expo Santa Cruz.
Los resultados fueron desastrosos, el paro cívico que dio inicio la protesta fue un fraude y se supo que en la aceitera propiedad de Branco Marinkovik, presidente del comité cívico, los trabajadores trabajaron a puertas cerradas. Los cortes perjudicaron fundamentalmente a la población urbana de los departamentos opositores, se produjeron enfrentamientos entre miembros de la federación de transportistas del oriente afines a los autonomistas y los propios bloqueadores al tiempo que comenzó a trascender que el grupo de choque autonomista encargado de mantener los bloqueos la Unión Juvenil Cruceñista, además de disponer de dinero de los departamentos, llegada la noche, sin el control de los funcionarios departamentales cobraban a quienes quisieran pasar entre 100 y 200 bs. para comprar alcohol.
Frete a ello el gobierno no solo retomó sus convocatorias al dialogo sino que además dio a conocer el nuevo proyecto de autonomías a incorporarse en la nueva constitución política del estado contemplando cuatro tipos de autonomías, la departamental, la municipal, la regional y la indígena, lo que proyecta un control por parte de las municipalidades, regiones y zonas originarias de la política prefectural y nacional, dejando en claro quien esta por la democracia y el fin del centralismo, y poniendo al desnudo el carácter puramente político del plan autonómico votado en los anteriores referendos organizados por la derecha.
En este escenario la reunión que hace tres días el Conalde resolvió radicalizar sus métodos de lucha debió hacer frete a la división de sus filas en Santa Cruz y Tarija donde distintos distritos municipales salieron a exigir, tomando la nueva propuesta autonómica del gobierno, la transferencia de los recuerdos del IDH a “sus” municipalidades y no a los prefectos que “solo quieren el dinero para hacer política, pagar los cortes y dividir al país”.
Ante el funcionamiento del la Coordinadora Nacional por el Cambio en el plan 3000 de Santa Cruz para votar un plan de lucha para imponer la nueva constitución, la amenaza de marchas indígenas y bloqueos a la Expo Santa cruz, con los comités cívicos del Chaco exigiendo la radicalización inmediata de las mediadas y la toma de instituciones y denunciando la traición de Santa Cruz, y los de Tarija exigiendo el adoptar posturas moderadas, o sea en una situación de cuestionamiento a papel dirigente de Costas, y con gran cuestionamiento de la imagen que los lumpenes de la UJC dan al movimiento el Conalde tomo una decisión drástica y desesperada, dar una imagen de fortaleza a sus propias bases y al gobierno.
Para ello han dado rienda suelta la UJC , casi todo escapa en el oriente al papel centralizador y político de los lideres del Conalde, se ha procedido a la toma de instituciones del estado, pero casi todas con un valor mas simbólico que efectivo ya que los ataques se dieron sobre las oficinas que llevarían adelante las nuevas políticas contenidas en la nueva constitución, como son el instituto de reforma agraria, o las oficinas de asuntos indígenas, fracasando las tomas de instituciones militares y ante la imposibilidad de la toma de válvulas de gas se ha procedido al sabotaje con métodos terroristas reduciendo los márgenes de exportación e gas.
La derecha en Bolivia ha dejado de lado, después del referendo, el cuento de la lucha democrática contra el estado autoritario, pero también se ha olvidado de que alguna vez pudo encarar un proyecto restauracionista de alcance nacional, no tiene ni figuras ni programa, o uno de carácter secesionista que no contaría con el apoyo de ningún gobierno. Apuestan al golpe de estado, a generar caos y a demostrar que el gobierno nacional con sus políticas es incapaz de poner orden a ese caos, a generar una imagen internacional de que no hay políticos en el país capaces de pacificarlo y que es necesaria la intervención internacional. De quien? de los Estados Unidos.
El Plan ya esta en marcha, en la tarde de ayer empleados de la prefectura de Pando junto miembros del comité cívico atacaron a tiros a una marcha de campesinos que se dirigía a Cobija, causando al menos nueve muertos, setenta heridos y unos treinta desaparecidos. En Santa cruz, grupos de la UJC intentaron invadir el plan 3000. La burguesía terrateniente boliviana en su desesperación ante la perdida de su poder político y la amenaza sobre su poder económico recurre lo peor del autoritarismo y el racismo y entrega su futuro, condenado al resto del país a la intervención militar extranjera.
El gobierno a declarado persona no grata y echado del país al embajador estadounidense Philip Goldberg, este nefasto personaje ha sido el responsable mientras era embajador en Yugoslavia de delinear la guerra secesionista que llevo a la división del país, y de organizar las limpiezas étnicas que en ellas se llevaron a cabo. Fue enviado a Bolivia al día siguiente del triunfo de morales como principal asesor de los autonomistas de la media luna.
El gobierno ha respondido convocando a la movilización popular, Evo Morales ha declarado que “la paciencia tiene un limite” y alertado sobre una posible acción radical por pate del gobierno planteando que el movimiento popular, la COB y el pueblo boliviano en general han derrotado muchos golpes de estado. El vicepresidente García Linera plateo que se debe juzgar a los asesinos de cobija y los sectores sociales están organizando la movilización y la resistencia en el oriente. Eugenio Rojas Azpaza, líder de los ponchos rojos y alcalde de Achacachi, convoco a crear comités de autodefensa y proceder de inmediato a la toma de tierras y empresas.
Es de esperar que todas las medidas adoptadas por los movimientos sociales para promover su autodefensa sean apoyadas por el gobierno. La defensa de la democracia, de los resultados del último referendo, y el avance en la aplicación de la nueva constitución se ponen a la orden del día en Bolivia, la derecha ya ha demostrado su verdadera cara pero su crecimiento en radicalidad se corresponde con su crecimiento en debilidad. Para que esta fortaleza aparente no se transforme en real el gobierno debe actuar rápida y decididamente. La matanza de cobija ha sido el límite de la paciencia para la mayoría de los bolivianos. La derrota definitiva de la derecha a manos del pueblo movilizado será la agenda de los próximos días en la que no se dejan márgenes duda en el campo progresista sobre el apoyo efectivo al proceso de cambio.

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