Vientos del pueblo, hacia adelante…
El Referéndum del próximo 7 de diciembre, convocado por Decreto Supremo para aceptar o desechar la Constitución Política del Estado aprobada por la Asamblea Constituyente del 9 de diciembre pasado y adoptada mediante promulgación legislativa en febrero de este año, es un paso adelante en la concreción del proceso revolucionario y la democracia de masas en la nueva Bolivia. A éste, que seguramente consagrará la nueva Constitución, le seguirá otro, ya propuesto, que consagrará un límite a la tenencia de tierras, liquidando de esta forma al gran latifundio.
Este avance, consecuente con el triunfo de Evo con el 67, 4% en el último Referéndum Revocatorio de agosto, significa, como todo avance del campo popular, un retroceso para la burguesía terrateniente, agroexportadora, financiera y narco del oriente, que se resiste por todos los medios a perder su poder.
Se han intensificado de esta forma, con la venia y auspicio del Embajador de siempre, las acciones para sabotear este nuevo Referéndum, a la par que para provocar al gobierno legalmente constituido con bloqueos, desabastecimientos, agresiones al Presidente, a concejales, golpizas y amenazas a sus seguidores en Santa Cruz y hasta con intentos de contrabandear elementos bélicos para armar grupos paramilitares y “policías locales” en Santa Cruz.
La presencia de las masas, de su opinión mayoritaria en el sufragio de agosto, constituyó una aplastante derrota para los ricos. No sólo en cuanto a que perdieron en la contienda, sino que la misma se desarrolló dentro de marcos participativos en los que no cupo la componenda, la rosca, el punterismo, etc. Las masas populares participaron directamente en la ratificación de Evo como su conductor y en la ratificación absoluta del proceso revolucionario que se produce en el país. La democracia burguesa basada en el sufragio, así, se les ha vuelto en contra a sus creadores. Y quieren destruirla entonces a toda costa.
Sin embargo, los vientos del pueblo, empujan a Bolivia hacia adelante, hacia el derrotero de la justicia social, la soberanía popular, la autodeterminación y la redistribución de la riqueza en el marco de una transición al socialismo, que será la meta inevitable para consolidar y profundizar los cambios revolucionarios.
A pesar de los embates de la derecha, Bolivia se unifica y crece en el marco de la movilización y la participación popular. Pueblo y gobierno se conjugan en el camino de la liberación.
Vientos del pueblo, hacia adelante…y una muralla de hermanos indolatinoamericanos cuidando ahora al barco que enfila hacia un puerto seguro, configuran el cuadro de situación.
Boliv_@r
lunes, 1 de septiembre de 2008
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