Editorial

EL PRINCIPIO DEL FIN

Frente a la debacle económico-financiera de EE.UU. que en estos días ocupó las primeras planas de los diarios, el compañero Fidel Castro citó en su última reflexión (ver en nota aparte) a un senador del Partido Republicano, quien dijo: “No sabemos cuánto va a costar esto. Probablemente 500 mil millones hasta un millón de millones de dólares, y eso afectará a los contribuyentes tarde o temprano, o será una deuda cobrada a todos nosotros o a nuestros hijos”.

El capitalismo devora a todos por igual, como una trituradora de carne humana que signa su crisis final e inevitable.

Hace pocos años, en un trabajo titulado Crisis Orgánica del Capitalismo y Fetichismo publicado en junio del 2005 en la revista Question, el hoy director del Boletín de Noticias de Bolivia sostenía: “La economía mundial capitalista, en el marco de la globalización y la guerra a muerte entre los distintos sectores del capital, ha entrado en una debacle que preanuncia más agresiones imperiales, por un lado, y una tendencia a la implosión centrada en la quiebra del sistema monetario mundial, por otro. El dólar, papel pintado sin correlato real con la riqueza existente, arrastra a todo el orbe capitalista a la quiebra económico financiera y la crisis en el sistema de pagos.”

Y más adelante agregaba: “Reinando en las fantasías de los hombres como expresión de una riqueza que al pasar de los años se evaporó, el dólar siguió su camino ascendente hacia su propia virtualidad. Su fetichización mundial en el marco del sistema capitalista fue inversamente proporcional a su pérdida de valor real; espejismo de una riqueza dilapidada en gastos militares y subvenciones a las grandes empresas capitalistas; en derroches inútiles inherentes a una economía anárquica y desquiciada, el dólar siguió hasta ahora el derrotero enmarañado, ensangrentado y obsoleto de la economía mundial capitalista. Pero sólo hasta aquí llegó....”Hoy, el tsunami de agua servida monetaria que hasta ahora ha inundado al mundo ha eclosionado en su propio epicentro. Y el mundo, sin compartimientos estancos, desborda como una cloaca de inorganicidad financiera. Eso es el capitalismo. ¿Como derrotarlo?. Esto dice Fidel: “La lucha es el único camino de los pueblos en la actualidad para alcanzar una comunidad en la cual vivir con justicia social y decoro, la antítesis del capitalismo y los principios que rigen el odioso e injusto sistema. En la dura batalla por esos objetivos, el peor enemigo es el instinto egoísta del ser humano. Si el capitalismo significa la constante utilización de ese instinto, el socialismo es la batalla incesante contra tal tendencia natural. Si otras veces en la historia la alternativa era volver al pasado, hoy tal alternativa no existe. Se trata de una batalla que corresponde librar fundamentalmente a nuestro glorioso Partido”.

Los instintos de los dialogadores prefectuosos

En Bolivia, luego de los apaleamientos, destrozos y la masacre de Pando que signaron las últimas hazañas de los líderes medialuneros y sus perros de presa, y ante la actitud de los países del área de apoyar a Evo en el marco de la UNASUR y la solidaridad de los pueblos, la cohorte de cívicos, prefectos y empresarios que signan las latitudes orientales decidieron ir al diálogo con el gobierno, quien desde que asumió, ha convocado permanentemente a la conciliación a los “opositores”. ¿Será sincera hoy la vocación de diálogo de los golpistas y desestabilizadores de ayer? ¿Qué los mueve a su concreción momentánea? Nada más ni nada menos que sus instintos egoístas, transfigurados en sus intereses…Dentro de cinco días y hasta el 27 de septiembre se llevará a cabo en Santa Cruz una ronda de negocios en el marco de la Expocruz , hasta hace poco casi suspendida debido al cerco a la ciudad llevado a cabo por originarios, campesinos, estudiantes y otros sectores populares luego de las tomas de edificios públicos que fueron saqueados e incendiados por las turbas fascistas que también amenazaron, apalearon y agredieron a todo aquel que no comulgara con la reacción local. Esta ronda comercial, que alcanzó en su última realización los 119 millones de dólares y que contiene a centenares de empresas locales e internacionales- muchas de las cuales esta vez no concurrirán- es lo que mueve a aceptar el diálogo con el gobierno a Costas y sus satélites departamentales de la región. Una vez que la ronda termine, los negocios se concreten, las relaciones progolpistas empresariales se aceiten, volverán otra vez a las andadas. Hijos dilectos de la barbarie capitalista, no sólo son capaces de sacrificar a la nación boliviana en función de satisfacer sus “instintos egoístas”, sino a toda la humanidad si pudieran hacerlo. Como lo hacen sus padres putativos del imperialismo yanqui, cuyo Embajador Goldberg, aunque ya expulsado del país, fue sólo una pieza intercambiable de la política bushista para provocar la guerra civil, la escisión y la debacle gubernamental de Bolivia. El principio del fin del capitalismo mundial se ve nítido en el horizonte. Pero también se ven sus colmillos acerados, dispuestos a terminar con todo antes de ver perdidos los privilegios de unos pocos que intentan manejar los destinos del mundo, de nuestra Indoaméricalatina y de Bolivia en particular.

Hacemos nuestras las palabras de Fidel:
“La verdad nunca le faltará a nuestro pueblo.
No sólo lucharemos sin tregua contra nuestros propios errores, debilidades y vicios, sino también ganaremos la batalla de ideas en la que estamos enfrascados.”
La Bolivia de Evo no está sola. Al fin, nuestros principios auspiciarán el principio del fin del capitalismo.

Boliv_@r