De cómo la derecha califica el voto de los ciudadanos bolivianos en el exterior, en su mayoría exilados por las políticas económicas implementadas en todos los años de sometimiento y saqueo reaccionario.
(enviado por Gustavo Morón)
Por: Carlos D’Arlach *
* Senador por Podemos, es geólogo petrolero crdarlach@yahoo.com
De implementarse el voto boliviano en el exterior, significaría que los que se fueron decidirían las elecciones nacionales. La Cámara de Diputados aprobó el voto de los ciudadanos bolivianos residentes en el exterior, proyecto de ley que ahora espera su tratamiento en el Senado. ¿Qué dice el proyecto? Que “los ciudadanos mayores de 18 años domiciliados en el exterior ejercerán su derecho a voto para la elección del Presidente y Vicepresidente únicamente, elecciones generales y referéndum de carácter nacional”.
Si bien el proyecto establece que la Corte Nacional Electoral (CNE) es la encargada de llevar adelante el proceso, éste dependerá sobremanera del Ministerio de Relaciones Exteriores y las representaciones diplomáticas, las que hipotéticamente “participarán sólo en tareas operativas de apoyo”, pero en la práctica serán juez y parte, tal como se ha demostrado en la votación simbólica realizada en Buenos Aires con motivo del referéndum revocatorio, donde Evo ha recibido 90 por ciento de apoyo. ¿No se les fue la mano, compañeros?
La ley dice que la convocatoria se difundirá a las embajadas y consulados, los que dirigirán la difusión en los términos que le convengan al Gobierno, manipulando la designación de los notarios electorales, quienes serán a su vez jueces electorales, quienes realizarán sus funciones en la sede diplomática y otros recintos donde existan más de 10.000 electores, en coordinación con la representación diplomática y la cooperación del país receptor, cuya imparcialidad es dudosa. Ya verá cómo es más importante hacer campaña en el barrio de Bajo Flores que en Yacuiba. ¡Va a tener que bailar tango, jefecito! Los electores podrán inscribirse en los registros electorales de las embajadas y consulados ante los notarios habilitados hasta 90 días antes de los comicios. Sin embargo, hay denuncias de que en Argentina, país donde realmente apunta el Gobierno, este trabajo ya ha sido realizado dirigiendo la inscripción sólo a los masistas.
El proyecto de ley dice también que la CNE promoverá la difusión de la información sobre el proceso eleccionario en el exterior, lo que no excluye una propaganda inmisericorde del MAS. ¿No nos saturan acaso de propaganda a favor de la Constitución “chuta”, violando lo establecido expresamente en el artículo 9 de la Ley 3724 de la Asamblea Constituyente , que establece claramente que la única que puede hacer propaganda es la CNE ? ¿No vemos acaso denigrar sin ningún escrúpulo a los autonomistas, utilizando las mentiras más inverosímiles y violando sus derechos humanos fundamentales?
Siendo Bolivia un país de emigrantes, de llegarse a implementar el voto boliviano en el exterior, significaría que aquellos que se fueron decidirían las elecciones nacionales y referendos, pero sin sufrir o beneficiarse de sus resultados. Es decir, los de afuera deciden quienes nos gobiernan a los de adentro. ¿Como se puede justificar que los electores que habitan sólo en Argentina, cuyo número se estima en 500.000, tengan más peso electoral que los departamentos de Tarija, Beni o Pando, que juntos suman 372.000 votos?
El voto en el exterior, aplicado por algunos países para restituirles ese derecho a los exiliados políticos, es injustificable en Bolivia, cuando sabemos que el padrón electoral está contaminado con miles de votantes fantasmas. De aprobarse este proyecto de ley, se estaría validando aún más un fraude ya concretado en el referéndum revocatorio del 10 de agosto, que le ha dado sospechosamente al presidente Morales los 2/3 de apoyo que ha buscado sin éxito en la Asamblea Constituyente. ¡Evo cumple, Bolivia soberana!
* Senador por Podemos, es geólogo petrolero
martes, 9 de septiembre de 2008
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