martes, 16 de septiembre de 2008
Editorial
Van a seguir sin duda
Las amenazas del Embajador Philip Goldberg al gobierno de Bolivia pronunciadas antes de su regreso definitivo a su tierra, los apoyos de los prefectos de la Conalde al genocida Fernández, prefecto de Pando que sigue “en rebeldía” y la actitud de las bandas fascistas apadrinadas por los prefectos de Santa Cruz y sus satélites regionales de seguir amenazando y apaleando campesinos y “collas”, entre otras, muestran que la derecha boliviana y el imperialismo yanqui que la sostiene no cejan, ni cejarán, en su intento de derrocar a Evo por la fuerza. Su periplo golpista, iniciado el 11 de septiembre, cuando se conmemoraban los 35 años del derrocamiento del Presidente chileno Salvador Allende a través de un golpe de Estado cívico militar- donde descolló la organización paramilitar fascista Patria y Libertad- no se ha detenido. Sólo mide fuerzas, calcula tiempos- vinculados con el apoyo de los gobiernos del área a Evo, con la división y actitud de los mismos, con sus contradicciones, etc.- a fin de explotar todos los puntos de inflexión posibles entre las administraciones del área con el objetivo de lanzar, en el momento preciso, el golpe final.
Con la ayuda de plumíferos a su servicio, la burguesía boliviana y el imperialismo están midiendo fuerzas y calculando cuando podrán destruir al monstruo indígena que en Bolivia les impide volver a las andadas y que, para colmo, se consolida cada vez más interna y externamente. La conformación de entidades colectivas y unitarias como UNASUR, Consejo Sudamericano de Defensa, entre otras, le quitan el sueño. Por otra parte, a la vez que aprietan a los gobiernos de Argentina, Venezuela, Paraguay y hasta Brasil, quien recientemente ha denunciado el papel de la Cuarta Flota en relación con los descubrimientos de crudo en el mar continental, intentan crear divisiones entre sus gobiernos y entre sus pueblos, para comerse a Bolivia primero, y a los otros después, de un bocado.
Así las cosas, Evo insiste con el llamado al diálogo a los golpistas. Y así se seguirá, hasta que la correlación de fuerzas sirva a uno u otro bando en disputa para inclinar la balanza y liquidar al otro. Esto y no otra cosa es la lucha de clases, y eso es lo que ocurre en Bolivia, se oculte como se oculte y se presente como se presente.
Ante esto, cabe reflexionar al interior del país mediterráneo sobre el papel que les cabe a las masas organizadas y armadas en los destinos de la revolución boliviana. Y esto no es petardismo ni reduccionismo barato, sino tomar definitivamente el toro por las astas. O se desarman las bandas fascistas, se encarcela a sus dirigentes y mercenarios a sueldo, a los prefectos y cívicos que las auspician y financian… o se arma al pueblo. Así de simple. Sólo apoyado por el pueblo podrá Evo defender a Bolivia de los ataques de las hordas que asesinan, humillan y torturan, mientras sus financistas y auspiciantes exigen que no haya un solo muerto más para dialogar con el gobierno. La democracia debe ser respetada, y nadie mejor que sus fundamentales beneficiarios, los trabajadores manuales e intelectuales de la ciudad y el campo, y todo el pueblo en general, representados por Evo en la superestructura, para hacerla respetar.
En lo que hace a nuestro país, un grupo de personas ha convocado a una marcha para el lunes 15 a las 15 horas en apoyo al Gobierno y Pueblo de Bolivia ante la escalada golpista de la derecha y el imperialismo norteamericano. Esperamos entonces que esta marcha, a la que Boliv_@r asistirá como integrante de la Multisectorial de Solidaridad con Bolivia, sirva para ratificar la solidaridad hacia Bolivia de una Multisectorial que, más que una sigla, es un instrumento único de combate, contrainformación y solidaridad con nuestro hermano gobierno y pueblo boliviano.
Ellos van a seguir, sin duda, desestabilizando y provocando hasta lograr su objetivo. Sólo la organización unitaria, al margen de personas o grupos por importantes que sean o crean ser, podrá hacerle frente al embate de la burguesía y el imperialismo en Bolivia y en toda Nuestra Indoamérica latina y derrotarlos.
Sigamos también, nosotros, sin duda, movilizando a todo el pueblo argentino en un haz anónimo, colectivo, activo y combatiente que, sólo movido por el amor y el respeto hacia el gobierno y pueblo boliviano, de al traste con la reacción y el imperialismo.
Boliv_@r
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