jueves, 6 de noviembre de 2008

Editorial

Perfiles

Cuando ya se habían retirado los últimos marchistas de La Paz luego de la multitudinaria concentración, iniciada el 17 de octubre y finalizada el 22, que hizo posible que el Congreso Nacional adoptara al 25 de enero como día del Referéndum Constitucional y Dirimitorio; cuando las voces de los innumerables delegados internacionales que habían concurrido a Santa Cruz entre el 23 y el 25 para manifestar su apoyo a Evo y la revolución boliviana se habían acallado, lo que quedó es lo siguiente:

- La unidad en la lucha de la CONALCAM(Coordinadora Nacional para el Cambio), que contiene a todos los movimientos sociales, y la COB(Central Obrera Boliviana), entidad madre de los trabajadores, masificó la marcha iniciada el 17, le dio continuidad, perspectiva política y entidad aglutinadora de todo el campo popular para apoyar el cambio revolucionario en Bolivia. Marchistas llegados desde Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija, Chuquisaca y otros lugares dieron por tierra con la idea-fuerza de que la confrontación entre los poderosos de la media luna y el proceso de cambio revolucionario es regional o étnico. Las gruesas columnas de obreros, mineros, originarios, campesinos, maestros, intelectuales, universitarios y otros exponentes populares marcaron a las claras la confrontación clasista existente entre los ricos que manejan las prefecturas, comités cívicos y empresas del oriente y los pobres de allí y el resto del país.

- Algunos personajes, entidades y medios de información dieron cuenta de que la nueva Constitución que se acordó entre las bancadas oficialista y opositora habría sido un traspié para el gobierno, debido a que se habrían modificado muchos artículos, se habría dado marcha atrás sobre el Dirimitorio (fin del latifundio) y sobre la reelección de Evo, entre otras cosas. Estas operaciones psicológicas no han concluido todavía y se hace necesario comprender en que consistieron los cambios realizados en la letra de la Constitución que se refrendará en enero próximo para neutralizar la tesis de que el proceso de cambio, liderado por Evo, perdió en la lid parlamentaria. En una entrevista realizada por Boliv_@r el 29 de octubre el diputado Gustavo Torrico se explaya ampliamente sobre el tema.

- La batalla legal-política entre la revolución y la contrarrevolución por hacer cumplir la ley y encarcelar a sediciosos y genocidas se halla en su máxima expresión. Están presos en La Paz, hasta ahora, el prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, dos alcaldes de ese departamento, tres funcionarios vinculados a Fernández y otros 11 implicados en la masacre del 11 y 12 de septiembre. También duermen en la cárcel de San Pedro el terrorista Vaca( que saboteó un gasoducto) el pseudoperiodista Melgar(que llamó a asesinar al Presidente) y otros. Pero la Corte Suprema de Justicia, residente en Sucre y al servicio de la reacción, pretende llevarse a Fernández de La Paz y luego liberarlo. Ese sería el primer paso para imponer nuevamente y con mayor crudeza la impunidad de los agresores y golpistas.

- Las tácticas de la derecha hoy se articulan alrededor del desgaste del gobierno en relación con la situación económico-financiera internacional, que obviamente tocará a Bolivia padecer como cualquier país. La baja en el precio de los commodities, entre ellos el estaño, el petróleo y otros, mermará la capacidad de recaudación oficial y por lo tanto su capacidad de importación de bienes de capital, necesarios para impulsar el Plan de Desarrollo concebido en 2006, por un lado, y por otro auspiciaría la tendencia a reducir la distribución del ingreso entre los sectores mas carenciados, lo que será aprovechado por la reacción para llevar agua a su molino. Ante la caida del precio del estaño se espera una reducción del empleo en el sector a él vinculado, reducción que se vería aumentada con las reducciones del empleo en relación con la conclusión del acuerdo APTDEA, anunciada hace unos pocos días atrás por el tandem Bush- Rice. Venezuela se comprometió a absorber los productos textiles producidos en Bolivia que antes iban hacia EE.UU. Esto haría que el empleo derivado de estas industrias, ubicadas en su mayoría en El Alto de La Paz, no cayera, y por lo tanto se neutralizaran conflictos sociales en esa combativa ciudad, misma puerta de La Paz y uno de los principales bastiones revolucionarios bolivianos.

- La descertificación por parte de EE.UU. de Bolivia en relación con la supuesta producción de coca y derivados trajo aparejada la indignación de Evo y todo el pueblo boliviano. En Bolivia, la acción de la DEA, creada por Richard Nixon en 1973 y que tuvo como uno de sus principales abogados a Meyer Lansky, hampón del imperio vicioso en Cuba antes de la Revolución de 1959, consistió en estos dos últimos dos años y medio en desestabilizar a Evo y su gobierno. Así lo comprendió el presidente de los bolivianos, quien decidió expulsarla- como hace unos pocos meses al embajador Goldberg- del país. La descertificación incluye una menor “ayuda” económica a Bolivia en relación con la guerra contra el narcotráfico, pero incluirá seguramente también acciones encubiertas de provocadores que intenten asociar a Bolivia con la producción y tráfico de drogas.

Con este panorama, la revolución sigue su marcha. Evo ya se refirió varias veces al capitalismo como mal de la humanidad. El socialismo, entonces, es y debe ser la salida estratégica de una revolución que llegó para quedarse y profundizarse. Pero con los tiempos y la idiosincrasia de Bolivia. Todo está por hacerse y nosotros, como internacionalistas, participamos en esa tarea.

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